Como resolver conflictos en clase

La gestión de las emociones, el respeto y la convivencia con los compañeros de clase son aspectos clave que se deben trabajar con los más pequeños para desarrollar su autoestima y resolver conflictos en las aulas. Para ello, es importante conocer los tipos de emociones y ponerse en lugar de la otra persona.
“Todos tenemos un momento en el que a lo mejor nos podemos equivocar o tener una reacción fuera de tono. Lo importante es pensar que podemos reaccionar de otra manera”, explica a los alumnos de 5º y 6º de primaria del CP INF-PRI «Miguel Blasco Vilatela» (Madrid).
Los más pequeños aprendieron de la mano del experto cómo controlar los sentimientos negativos y la importancia hacer sentir bien a los que les rodean. En la opinión del experto, las emociones se clasifican en:
- Agradables como la curiosidad, la alegría, la seguridad o la admiración.
- La sorpresa que representa una posición media.
- Desagradables como el miedo, la rabia, la culpa, el asco y la tristeza.
“Podemos cambiar emociones en el sentido de desagradables a agradables sólo imaginando situaciones”, destaca.
Tres formas de afrontar un conflicto
Ante un enfado a veces es complicado buscar una solución, porque sentimientos como la rabia hacen que disminuya la razón, por lo que el especialista recomienda calmarse antes de emprender ninguna acción. Labanda enumera tres actitudes habituales ante un conflicto:
Estilo agresivo
Aparentar ser superior a otros utilizando adjetivos vulgares o burlándose del resto de compañeros. Este modelo no se recomienda porque puede llevar a la violencia física.
Estilo pasivo
Es utilizado, sobre todo, por las personas inseguras de sí mismas que tienen miedo a mostrar sus emociones y, a menudo, se menosprecian a sí mismas demostrando debilidad.
Estilo asertivo
Significa no pensar solo en ti mismo sino adoptar una conducta empática y pensar también en los demás. Esta es la actitud más adecuada porque permite comunicarte correctamente con los demás.
Labanda señala que no saber decir “no” puede tener consecuencias negativas porque es necesario un equilibrio entre comprender a los demás y nuestras propias necesidades.
¿Cómo trabajar con los niños el control de sus emociones?
Desde los colegios hay que trabajar no sólo las competencias básicas como las matemáticas o la lingüística sino otros aspectos interpersonales como la empatía, la autonomía o el saber distinguir los tipos de emociones. “Esto se debe hacer de forma transversal a lo largo de toda su educación”, incide.
Dentro del ámbito escolar, el especialista propone utilizar materiales en las aulas para desarrollar habilidades psicoafectivas o reforzar la resiliencia, es decir, la capacidad de superar experiencias traumáticas.
Y, ¿qué se puede hacer desde casa? A juicio de Labanda, los padres son el mejor modelo para sus hijos, por tanto, deben actuar con madurez. Por ejemplo, si los padres quieren inculcar el respeto a los demás, no pueden gritar a otros delante de los menores ya que éstos tienden a imitar todo lo que ven. En definitiva, ser consecuente con lo que se dice y lo que se hace aunque Labanda reconoce que “educar es difícil y nadie puede ser perfecto pero sí tener presente esta idea”.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/programas/educativos/2018/02/21/consejos-gestionar-emociones-resolver-conflictos-clase-161589.html