Boticaria García aclara si es malo o no tomar la fruta de postre

La creencia de que las frutas fermentan en el estómago y provocan gases es errónea. Boticaria García aclara en qué casos el consumo de estos alimentos es motivo de problemas digestivos

1. Alicia Cruz Acal

Ya sea en el desayuno, almuerzo o cena, la fruta siempre es bienvenida. Hasta aquí, no hay dudas al respecto. Sí que las hay, sin embargo, acerca de en qué momento de la comida es mejor tomarla, ¿antes o después del plato principal? Aunque se suele comer de postre, hay quienes son reticentes a dejarla para el final por miedo a sufrir luego problemas digestivos. 

A través de su cuenta de Instagram, la farmacéutica y divulgadora Boticaria García ha despejado de una vez por todas los interrogantes de esta cuestión a través de su cuenta de Instagram. “Cuenta la leyenda que la fruta se queda flotando en el estómago encima de la comida y fermenta, produciendo gases. Sin embargo, para que haya fermentación hacen falta bacterias. En el estómago, con un pH ácido de 1 a 3, las bacterias como que no están muy cómodas y prefieren irse más abajo, al colon, donde el ambiente es más neutro”, ha detallado la experta, quien ha añadido que, por otra parte, “los alimentos no se apilan en el estómago, sino que se mezclan y digieren juntos”. 

Lo que sí puede ocurrir, continúa, es que algunas frutas ricas en fructosa no se absorban bien en algunas personas “y en sus viajes por nuestras tripas llegan hasta el colon, donde sí están las bacterias y fermentan”. En estas ocasiones, esto puede llevar a experimentar gases o hinchazón, pero no por tomar la fruta de postre, sino por problemas digestivos como el SIBO o el colon irritable

Por tanto, “si este no es tu caso, puedes seguir tomando fruta de postre. No solo no fermenta, sino que puede ayudarte a mejorar el tránsito o la saciedad”, concluye Boticaria. 

Comer fruta, asignatura pendiente entre los españoles

De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2023, el consumo medio de fruta fresca fue de 78,6 kg por persona al año, lo que supone una caída del 24,8% en la última década. 

Este dato contrasta con el conocimiento general que se tiene sobre las frutas. En concreto, el 67,2% de los españoles sabe que su consumo aporta vitaminas y minerales, contribuye al desarrollo y buen funcionamiento del sistema inmunitario, previene enfermedades, es una buena fórmula para obtener energía y vitalidad y, además, aporta fibra, lo que reduce la retención de líquidos y el estreñimiento. 

El consumo medio de fruta fresca fue de 78,6 kg por persona al año en España. (Foto: Shutterstock)

En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de al menos 400 g de frutas y verduras al día (no incluyendo las patatas y otros tipos de tubérculos) para prevenir diversas enfermedades y carencias de micronutrientes. Las enfermedades crónicas más frecuentes en individuos con un bajo consumo de frutas y verduras son las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad. Acerca de por qué la alimentación se puede vincular con el cáncer, hay que tener en cuenta que el consumo de frutas previene el sobrepeso, factor de riesgo de esta afección