Factores de riesgo detrás del consumo de cannabis

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Hay personas que fuman porros con cierta frecuencia y nunca llegan a desarrollar una adicción, mientras que otras se ‘enganchan’ incluso con un consumo inferior. ¿De qué depende? Te contamos cuáles son los principales factores de riesgo que están detrás del trastorno por consumo de cannabis.

Hombre liándose un porro
  1. María Sánchez-Monge

El cannabis, cuya principal vía de consumo en España son los porros, es la droga ilegal que más se consume en España. Según la monografía Cannabis 2025. Consumo y consecuencias, elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), el consumo “se da principalmente entre los hombres y en jóvenes”. Aunque buena parte de quienes fuman porros lo hacen de forma experimental y generalmente en un periodo corto (al final de la adolescencia o al inicio de la edad adulta), “algunos consumidores presentan un patrón de consumo problemático, llegando a tener que iniciar tratamiento para el abuso o la dependencia de esta sustancia”.

Esto ha provocado que en los últimos años, según el PNSD, “haya aumentado el número de admisiones a tratamiento por esta sustancia, tras algunos años de ligero descenso, siendo la segunda sustancia que más admisiones a tratamiento genera en población general, por detrás de la cocaína, y siendo responsable de más del 90% del total de admisiones en menores de 18 años”.

Qué es el trastorno por consumo de cannabis

La gran mayoría de quienes fuman porros de forma puntual y buena parte de quienes lo hacen habitualmente durante una época de su vida no acaban desarrollando una adicción. Pero algunas personas sí, ya que se trata de una droga adictiva y uno de los mayores peligros asociados a su consumo es el denominado trastorno por consumo de cannabis, que es “una enfermedad mental grave que afecta a la forma en que una persona piensa, siente y se comporta”. Las personas con este trastorno, tal y como exponen los expertos del PNSC, “son incapaces de dejar de consumirlo a pesar de que les cause consecuencias negativas en su vida”. Se considera que una persona sufre trastorno por consumo de cannabis si presenta al menos dos de las siguientes manifestaciones:

  • Consume cannabis con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
     
  • Tiene un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de cannabis.
     
  • Invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir cannabis, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
     
  • Siente ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir cannabis.
     
  • El consumo recurrente de cannabis le lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
     
  • Consume cannabis de forma continuada a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por la droga.
     
  • El consumo de cannabis le lleva al abandono o la reducción de actividades sociales importantes, profesionales o de ocio.
     
  • Consume cannabis de manera recurrente en situaciones en las que le provoca un riesgo físico.
     
  • Continúa con el consumo de cannabis a pesar de saber que sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente, probablemente causado o exacerbado la droga.
     
  • Experimenta tolerancia al cannabis, definida por alguno de los siguientes signos: una necesidad de cantidades cada vez mayores de cannabis para conseguir la intoxicación o el efecto deseado; un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de cannabis
    .
  • Experimenta los síntomas propios del síndrome de abstinencia.
Porros liados

Factores de riesgo del trastorno por consumo de cannabis

En principio, nadie está libre de engancharse a los porros, pero hay algunos factores que hacen que aumenten de forma muy significativa la posibilidad de desarrollar una adicción grave a esta droga. Estos son los más importantes:

  • Frecuencia del consumo. Es el factor de riesgo que más influye: cuanto mayor sea la frecuencia de consumo, mayores serán las probabilidades de padecer un trastorno por consumo de cannabis.
     
  • Duración del consumo. Cuantos más años se haya fumado, mayor será el riesgo de desarrollar el trastorno.
     
  • Potencia del cannabis. Hay estudios que muestran una asociación entre la potencia del cannabis consumido (evaluada en términos de concentración de su principal componente activo, el tetrahidrocannabinol o THC) y la probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de cannabis.
     
  • Factores genéticos. Diversas investigaciones sugieren que existe un grado sustancial de heredabilidad para ciertos patrones de consumo de cannabis y el desarrollo del trastorno por consumo de cannabis.
     
  • Factores psicosociales. Se han descrito factores de riesgo asociados con el consumo de cannabis y el desarrollo del trastorno por consumo de cannabis durante la juventud. Entre ellos, destacan los factores psicológicos (estado de ánimo deprimidoansiedad, problemas de conducta persistentes en la infancia o la adolescencia o un trastorno psiquiátrico preexistente); consumo de otras sustancias (alcohol, tabaco u otras); educación (un mayor número de años de educación se asocia con una menor prevalencia de consumo de cannabis); consumo de cannabis por parte de los padres; experiencias  adversas en la infancia (abuso físico, emocional o sexual); acontecimientos vitales estresantes (desempleo, dificultades económicas).