Apnea del sueño: riesgos
La apnea del sueño aumenta el riesgo de padecer estas enfermedades neurológicas
La apnea obstructiva del sueño es un trastorno muy frecuente cuyas consecuencias no se limitan a un mal descanso. La falta de oxígeno en las células del cerebro por las continuas paradas respiratorias puede elevar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.

La apnea obstructiva del sueño es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por las paradas respiratorias durante el sueño. Es muy frecuente, pero está ampliamente infradiagnosticada. Alejandra Roncero Lázaro, neumóloga y directora Programa de Investigación en Sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), señala que en España “se calcula que en torno a dos millones de personas padecen apnea del sueño sin diagnosticar, ya que ciertos síntomas típicos, como ronquidos, apneas observadas en la noche, despertares frecuentes o sensación de mal descanso se han normalizado”.
Se trata de un trastorno del sueño cuyas posibles consecuencias van mucho más allá de la hipersomnolencia por dormir poco y el consiguiente aumento del riesgo de accidentes de tráfico, entre otros problemas. La falta de oxígeno en la sangre y los tejidos del organismo que provocan las paradas reiteradas de la respiración se traduce en un aumento del riesgo cardio y cerebrovascular –infarto agudo de miocardio e ictus-, así como una mayor propensión a padecer el síndrome metabólico, compuesto por un conjunto de factores de riesgo cardiovascular que incluyen la obesidad abdominal, diabetes, hipertensión y colesterol.
Apnea del sueño y riesgo de Parkinson
Este trastorno también se ha relacionado con una mayor probabilidad de padecer ciertas enfermedades neurodegenerativas. Una nueva investigación revela que las personas con apnea obstructiva del sueño sin tratamiento tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson a largo plazo. Sin embargo, pueden reducir las posibilidades de padecer dicha enfermedad neurodegenerativa mejorando la calidad del sueño mediante el uso del tratamiento habitual de esta dolencia, la CPAP (presión positiva continua de las vías respiratorias), que es un generador de presión que transmite a través de una mascarilla nasal una presión continua a la vía aérea superior, impidiendo que ésta se colapse.
El estudio, publicado en la revista JAMA Neurology, examinó los registros médicos electrónicos de más de 11 millones de veteranos militares estadounidenses que recibieron atención a través del Departamento de Asuntos de Veteranos entre 1999 y 2022.

(Foto: Shutterstock)
Incluso tras realizar los ajustes necesarios para descartar la influencia de otros factores, como la obesidad, la edad y la hipertensión, el estudio halló una fuerte relación entre la apnea del sueño sin tratamiento y el Parkinson.
Los resultados del estudio no permiten establecer una relación de causa-efecto entre la apnea del sueño y el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. No obstante, sus autores aventuran la explicación más plausible. “Si dejas de respirar y el aporte de oxígeno no se encuentra en niveles normales, es probable que tus neuronas tampoco funcionen con normalidad”, afirma el autor principal, Lee Neilson, neurólogo del Hospital de Veteranos de Portland. “Si sumamos esto noche tras noche, año tras año, podríamos explicar por qué solucionar el problema con CPAP puede aumentar la resiliencia contra enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson”.
Apnea del sueño y enfermedad de Alzheimer
La apnea del sueño también se ha relacionado con un mayor riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. La explicación hay que buscarla, según los expertos, en las dos principales consecuencias de las interrupciones de la respiración: la fragmentación del sueño (que puede contribuir al deterioro de la memoria y otras funciones cognitivas) y la hipoxia o disminución del oxígeno disponible para las células; en este caso, las neuronas.
Esos dos tipos de daños estarían asociados a un aumento de los procesos inflamatorios y oxidativos, que puede conducir, al cabo del tiempo, a alteraciones en la conectividad entre las neuronas y también puede provocar su muerte.
La relación entre esta enfermedad neurodegenerativa y la apnea del sueño sería bidireccional: la presencia de apnea está asociada con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y, por otra parte, la prevalencia de este trastorno respiratorio del sueño es superior entre los pacientes ya diagnosticados con enfermedad de Alzheimer.
Fuente: Cuidate plus