La píldora anticonceptiva y el riesgo de cáncer de mama

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La píldora es muy eficaz y segura, pero puede aumentar muy levemente el riesgo de cáncer de mama en algunos casos. Un estudio revela que la probabilidad varía en función del tipo de hormonas que contenga el anticonceptivo.

Anticonceptivos orales
  1. María Sánchez-Monge

El riesgo de cáncer de mama es mayor entre las mujeres que toman o han tomado recientemente anticonceptivos hormonales que entre las que nunca los han consumido y este riesgo aumenta cuanto mayor sea la duración de la administración. Sin embargo, el aumento absoluto del riesgo es pequeño. Esta fue la conclusión de un estudio publicado a finales de 2017 en la revista médica The New England Journal of Medicine. Ahora, ocho años después, una nueva investigación corrobora estos resultados y añade una información muy interesante: el riesgo varía en función del tipo de píldora anticonceptiva que se utilice.

La píldora es un método hormonal muy fiable para evitar embarazos no deseados. Desde su aprobación en Estados Unidos en la década de 1960 su uso ha ido aumentando y actualmente constituye uno de los métodos anticonceptivos más empleados en todo el mundo. En España fue comercializada en 1978.

Las pastillas pueden ser de una sola hormona o combinadas: generalmente, un estrógeno y un progestágeno.

Desogestrel se relaciona con un mayor riesgo

El nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) y publicado en la revista JAMA Oncology, analizó los datos clínicos de más de dos millones de mujeres en Suecia con el objetivo determinar cómo influyen los distintos tipos de anticonceptivos hormonales en el riesgo de padecer cáncer de mama.

Las investigaciones previas se centraron fundamentalmente en las píldoras anticonceptivas combinadas, que eran la opción más común. Sin embargo, las alternativas basadas únicamente en progestina (progestágeno sintético) son cada vez más populares, por lo que los autores del análisis consideraron oportuno estudiar al detalle sus efectos a largo plazo sobre la salud. Además, partieron del hecho de que tanto en los anticonceptivos combinados como en los que solo contienen progestina se utilizan varios tipos diferentes de progestina, con distinta potencia y diferentes efectos potenciales sobre el riesgo de cáncer.

El estudio confirma que, tal como sospechaban los investigadores, el riesgo de cáncer de mama varía según el tipo de hormona que contenga el producto. “Nuestros resultados indican que algunos progestágenos, en particular el desogestrel, están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de mama, mientras que otros, como la inyección de acetato de medroxiprogesterona de depósito, no mostraron ningún aumento”, señala  Asa Johansson, jefa del grupo de investigación de la Universidad de Uppsala y SciLifeLab y autora principal del estudio.

El estudio también mostró que tanto las píldoras anticonceptivas combinadas como los dispositivos intrauterinos hormonales que contienen levonorgestrel, que se encuentran entre los productos más utilizados en Suecia, se asociaron con un riesgo menor que el desogestrel.

Cáncer de mama

(Foto: Shutterstock)

Beneficios superiores a los riesgos

Ramón Salazar Soler, jefe de servicio de Oncología médica del Institut Català d’Oncologia y profesor agregado de Medicina en la Universidad de Barcelona, ha valorado los resultados de esta investigación en declaraciones a SMC España: “Este amplio estudio poblacional sueco, que incluye a más de dos millones de mujeres, confirma que el uso de anticonceptivos hormonales se asocia con un ligero incremento del riesgo relativo de cáncer de mama, pero la magnitud del riesgo absoluto es muy pequeña -en torno a un caso adicional por cada 7.000-8.000 usuarias al año-”. 

El oncólogo subraya que este trabajo “es metodológicamente sólido, con un seguimiento largo y un análisis detallado por tipo de formulación, aunque, como todo estudio observacional, no puede establecer causalidad ni descartar completamente factores de confusión como antecedentes familiares o estilos de vida”.

Por lo tanto, considera que estos resultados “deben interpretarse con calma” y que la consideración de estos medicamentos sigue siendo la misma: “Los anticonceptivos hormonales son fármacos muy eficaces y seguros, cuyos beneficios  -evitar embarazos no deseados y reducir el riesgo de cáncer de ovario y endometrio- superan ampliamente los posibles riesgos en la mayoría de las mujeres”. Lo relevante de este estudio es que “ayuda a afinar la elección personalizada del método, identificando formulaciones con un perfil de riesgo algo más favorable”. En la práctica clínica, “la decisión debe ser compartida entre paciente y profesional, valorando siempre la edad, los antecedentes familiares y las preferencias individuales”.

En este sentido, Salazar resalta que el estudio sueco “distingue entre diferentes tipos de progestágenos y muestra que el riesgo no es igual para todas las formulaciones”. Los preparados con desogestrel, “tanto en píldoras como en implantes, se asocian con un incremento ligeramente mayor del riesgo relativo, mientras que los que contienen levonorgestrel o drospirenona muestran un perfil más neutro”. Además, “el riesgo aumenta con la duración del uso y tiende a desaparecer tras suspender el tratamiento”.

En conclusión, el experto considera que, “en términos prácticos, estos datos apoyan una prescripción más informada”, de tal forma que, “en mujeres con factores de riesgo personales o familiares, puede preferirse una formulación combinada o con levonorgestrel, sin que ello suponga renunciar a los beneficios globales de la anticoncepción hormonal”.

Fuente: cuidateplus