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Ni bicarbonato, ni vinagre, ni limón, esto es lo único que funciona para eliminar el sarro de los dientes

Muchas personas recurren a remedios caseros para eliminar el sarro de los dientes pero ¿esto funciona realmente? ¿Qué el es sarro y por qué aparece? ¿es bueno tener sarro? Una experta en higiene dental nos explica todo lo que debemos saber para terminar con este incómodo problema. 

mujer con y sin sarro
  1. Joanna Guillén Valera

El sarro no es más que “placa bacteriana que se ha endurecido porque los minerales de la saliva se depositan sobre ella”, explica a CuídatePlus Marta Sola, higienista y Head of Marketing & Education de Curaprox. Cuando no retiramos bien el biofilm con un cepillado eficaz, informa, “esa placa se acumula, se mineraliza y se convierte en un depósito duro que ya no se puede eliminar en casa”. 

Suelen aparecer en zonas donde la higiene es “más difícil” o “donde la saliva fluye con más intensidad, como detrás de los incisivos inferiores”. 

Tener cálculo no es “neutral”, explica Sola. De hecho, “es un indicador de que el equilibrio microbiano de nuestra boca no se está controlando bien”. El cálculo en sí “no causa daño por ser duro, pero actúa como una superficie rugosa y un irritante hacia nuestros tejidos que retiene más placa bacteriana y dificulta la higiene”. Eso, añade, “favorece la inflamación de las encías, el sangrado y, si se mantiene en el tiempo, puede contribuir a problemas periodontales más serios”. Por eso, quiere recalcar que “no es bueno tener sarro, ni es algo que haya que normalizar”. 

Cómo prevenir el sarro

La buena noticia es que no solo se puede sino que se debe prevenir. Como informa la higienista, “es importante prevenirlo porque favorece la inflamación de las encías y puede complicar la salud periodontal”.

En cuanto a qué podemos hacer para prevenir su aparición, lo primero de todo es la técnica de cepillado. “Una técnica correcta de control de biofilm es la clave para evitar que se forme”.  El cálculo, recuerda, “no aparece porque sí, sino cuando el biofilm permanece demasiado tiempo sin retirarse. La prevención pasa por interrumpir ese biofilm a diario y de forma eficaz”.

La base de su prevención es un cepillado “técnico, entrenado y muy bien dirigido, con un cepillo de cabezal suave o ultrasuave y movimientos precisos (sin fuerza), acompañado de limpieza interdental con el método adecuado para cada espacio (idealmente con cepillos interproximales, en el espacio donde no quepan podemos pasar la seda dental)”.

También, añade, “ayuda usar pastas poco abrasivas, mantener una buena hidratación y revisar posibles factores que aumentan la mineralización (sequedad bucal, ciertos medicamentos, respiración oral)”.

Y, por supuesto, son fundamentales “las higienes profesionales periódicas o mantenimientos completan lo que en casa no se puede alcanzar”.

¿Basta con lavarse los dientes a diario?

Lavarse los dientes varias veces al día “no garantiza que no se forme cálculo; lo que marca la diferencia no es la cantidad, sino la técnica”, explica la experta. Y es que, como indica, “si el biofilm no se desorganiza bien, especialmente en los espacios interdentales y cerca de la encía, puede mineralizarse igual, aunque uno se cepille tres veces”. 

De hecho, muchas personas que se cepillan mucho “siguen acumulando cálculo porque repiten siempre los mismos movimientos y dejan zonas sin tocar”. Por eso es tan importante la técnica del cepillado. “Con una técnica correcta, limpieza interdental y constancia, la probabilidad de que aparezca se reduce muchísimo”.

Remedios caseros para eliminar el sarro

A la hora de quitar el sarro de los dientes, son muchos los que optan por remedios o soluciones caseras sin saber si realmente son eficaces o no. Bicarbonato, vinagre, limón… son algunas fórmulas que se utilizan pero ¿tienen sentido? Como explica Sola, “no existen fórmulas caseras seguras ni eficaces para eliminar cálculo”. Los remedios que suelen circular (ciertos abrasivos, vinagre, limón, raspados caseros…) “no funcionan y, además, pueden dañar el esmalte de forma irreversible, irritar las encías o provocar sensibilidad a largo plazo”.

En cuanto al uso de bicarbonato. Hay que recordar que “no elimina cálculo y no es un método recomendable. Su acción es abrasiva por lo que puede aclarar manchas superficiales, pero a costa de desgastar esmalte e irritar la encía, especialmente si se aplica directamente o con presión”. Además, añade, “no actúa sobre el origen del problema, que es el biofilm que se ha mineralizado”.

Lo que sí puede hacerse en casa es prevenir, pero nada más.

Cómo se quita el sarro

Una vez que el cálculo está formado es importante saber que “no se puede eliminar en casa, porque es un depósito duro, firmemente adherido al diente”. La única forma segura y eficaz de retirarlo es “mediante una higiene profesional realizada por un dentista o higienista”. Para quitar el sarro, se suelen utilizar instrumentos “ultrasónicos o curetas que desprenden el cálculo sin dañar el esmalte y permiten dejar la superficie del diente lisa de nuevo”. Después de retirarlo, “lo importante es entrenar una técnica de control de biofilm y calibrar con cepillos interproximales los espacios interdentales para evitar que vuelva a formarse con la misma rapidez”.

En cuanto a la frecuencia con la que debemos hacernos una limpieza bucal, la experta señala que “no existe una frecuencia universal ya que todo depende del riesgo individual”.

Así, señala, “personas con mayor inflamación gingival, aparato de ortodoncia en activo, fumadores, alto riesgo de caries, pacientes en mantenimiento periodontal, o con menor habilidad manual suelen necesitar controles más frecuentes”. También influyen “la edad y ciertos medicamentos que favorecen la sequedad bucal”.

Por eso, en lugar de una cifra fija, lo adecuado es que “el odontólogo, higienista o periodoncista marquen la periodicidad según la situación de cada paciente, que puede ir desde cada 3–4 meses hasta una vez al año en bocas de bajo riesgo”, concluye.

Fuente: cuidate plus