Hongos en los pies: ¿un problema de higiene?
La falta de higiene influye en la aparición de hongos en los pies, pero no es el único detonante. Descubre cuáles son los principales factores de riesgo que inciden en el desarrollo de este problema cuya frecuencia aumenta durante el verano.

En el día a día, comentar abiertamente la presencia de hongos en los pies equivale a reconocer una falta de higiene. Por eso, muchas personas se avergüenzan de sufrir este problema, no hablan de él y, en los casos más extremos, no consultan al médico o al podólogo. Por ello, es necesario dar visibilidad y normalizar esta afección –especialmente en verano, que es cuando más se presenta– y desmentir las medias verdades. En efecto, la limpieza es importante, pero no es el único factor implicado.
Según datos del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha, se trata de una dolencia muy común: “El 15% de la población mundial sufre infecciones por hongos en los pies, siendo una de las consultas más comunes en los centros de podología”.
Síntomas de los hongos en los pies
Los síntomas más frecuentes de los hongos en los pies son los siguientes:
- Enrojecimiento o sarpullido en la zona interdigital.
- Picor y escozor.
- Inflamaciones que pueden producir heridas o ampollas.
- Grietas y descamación.
- Pequeñas ampollas en la zona del arco y planta del pie.
- Olor desagradable.
- Callosidades en los talones.
- Uñas debilitadas con cambios de color, textura y grosor.

Principales causas
Según la Clínica Universidad de Navarra, las principales causas de los hongos en los pies son las siguientes:
Uso de calzado o calcetines inapropiados
El uso de zapatos o calcetines que no permiten una adecuada transpiración puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de los hongos en los pies. Por este motivo, es importante optar por materiales que permitan que los pies respiren.
Falta de higiene y cuidado
No secar bien los pies después de la ducha o la piscina puede dejar la zona húmeda y favorecer el desarrollo de hongos.
Caminar descalzo
Los hongos constituyen una infección transmisible, por lo que caminar descalzo en lugares públicos -como la piscina- sin la debida protección aumenta el riesgo de contagio.
Compartir objetos personales
También se pueden contraer al entrar en contacto con personas infectadas, tocar objetos contaminados (toallas) o compartir zapatos y calcetines.
Permanecer en ambientes húmedos y calurosos
Los lugares con alta humedad y temperaturas elevadas crean condiciones ideales para la proliferación de hongos. Por ejemplo, los vestuarios, saunas y piscinas.
Conviene tener en cuenta que las personas con problemas de sudoración excesiva, así como quienes sufren determinadas enfermedades -como diabetes, patologías autoinmunes o problemas circulatorios- tienen más riesgo de sufrir hongos en los pies.
Cómo prevenir los hongos en los pies
El exceso de calor en los pies hace que aumente la sudoración y, por lo tanto, el riesgo de infecciones por hongos. «Es importante que el material del calzado sea transpirable; si no es así, se produce condensación interna y aumenta el nivel de humedad y calor, factores suficientes para el desarrollo de infecciones por hongos, como el pie de atleta«, apunta Juan Carlos Carrera, jefe de la Unidad Biomecánica de la Pisada y de Podología del Hospital Quirónsalud Málaga. Los materiales naturales, como el cuero, el algodón o la lona, son las mejores opciones, ya que se adaptan perfectamente a los pies, son flexibles y permiten la transpiración.
El Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha efectúa las siguientes 10 recomendaciones:
- Mantén una buena higiene en tus pies, lavándolos todos los días con agua y jabón.
- Presta mucha atención al secado para eliminar bien la humedad entre los dedos.
- Utiliza un calzado adecuado, a ser posible fabricado con materiales naturales que permita la transpiración del pie.
- Mantén tu calzado sin humedad.
- Utiliza calcetines con tejidos que permitan la transpiración del pie.
- No camines descalzo en zonas comunes; usa siempre chanclas o sandalias.
- No compartas el calzado ni la toalla, ya que los hongos se contagian muy rápido de persona a persona.
- Mantén limpio el baño de tu casa, especialmente el plato de ducha o bañera.
- Si eres una persona con más riesgo de sufrir esta afección, extrema las precauciones.
- No esperes a que se agrave la situación y consulta ante los primeros síntomas
Fuente: cuidate plus