La falta de magnesio podría influir en la ansiedad
Nuevas investigaciones científicas ponen el foco en cómo ciertos componentes de la alimentación pueden incidir en el funcionamiento cerebral y en el bienestar emocional
Un número creciente de investigaciones indica que existe un vínculo entre la dieta y la salud mental. La relación entre lo que una persona come y los síntomas de la ansiedad comenzó a ganar relevancia cuando diversos casos revelaron que algunos trastornos pueden vincularse a deficiencias nutricionales.
Hasta hace poco, la mayoría de los tratamientos para la ansiedad y la depresión incluía principalmente medicación, como antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y psicoterapia.
Según Vox, la atención comenzó a centrarse en la posible influencia de micronutrientes, como el magnesio y la colina, en el desarrollo y manejo de los trastornos mentales. De acuerdo con especialistas en psiquiatría nutricional, la alimentación impacta directamente en el funcionamiento cerebral y podría influir en los síntomas de la ansiedad.
Ebony Dupas, residente en Estados Unidos, comenzó a experimentar preocupación constante y sensación de paranoia a principios de 2024. Consultó a varios médicos, quienes inicialmente consideraron tratamientos farmacológicos. Sin embargo, uno de los psiquiatras ordenó un análisis de sangre que reveló un déficit significativo de magnesio. A partir de esa información, el profesional propuso un abordaje complementario basado en suplementos nutricionales.
El papel de los micronutrientes en la salud mental
La evidencia científica señala que una alimentación pobre en micronutrientes podría contribuir a la aparición de trastornos como la ansiedad y la depresión. De acuerdo con Vox y expertos citados, el eje intestino-cerebro se considera central para producir neurotransmisores fundamentales, como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA). El intestino genera la mayor parte de la serotonina corporal, y esta sustancia es clave para el equilibrio emocional.
Estudios recientes muestran que déficits en magnesio, vitaminas del complejo B, vitamina D, ácidos grasos omega-3, colina y L-teanina pueden asociarse a síntomas psiquiátricos, según investigaciones dirigidas por el psiquiatra Alexander Rawji.
El eje intestino-cerebro y la producción de serotonina son fundamentales para el equilibrio emocional y la prevención de trastornos mentales (Imagen Ilustrativa Infobae)
En experimentos con animales, los científicos lograron inducir comportamientos ansiosos al reducir los niveles de magnesio. Sin embargo, aún falta información consistente sobre el impacto de la suplementación nutricional en humanos, ya que los ensayos clínicos ofrecen resultados diversos.
Una revisión publicada en Vox concluyó que la suplementación con magnesio puede ser útil en el tratamiento de la ansiedad leve e insomnio, sobre todo en personas con deficiencias preexistentes. No obstante, los estudios difieren acerca de los beneficios reales y de qué forma química de magnesio es más eficaz.
Estudios científicos muestran que la suplementación con magnesio podría ser útil en casos de ansiedad leve e insomnio, especialmente con deficiencias previas (Freepik)
Suplementos, alimentación y desafíos en el diagnóstico
Los suplementos de magnesio están disponibles en varias presentaciones, como citrato, malato, glicinato, óxido y cloruro de magnesio. Cada forma tiene distinta eficacia y capacidad de absorción, lo cual hace necesario afinar la investigación antes de emitir recomendaciones universales, remarcó Rawji en Vox. Esta situación también se extiende a otros micronutrientes, donde existen múltiples variables en juego.
En Estados Unidos, los datos oficiales detectaron que el 94% de la población no consume suficiente vitamina D, el 52% tiene magnesio insuficiente y el 92% presenta carencia de colina. Son cifras significativas que refuerzan la necesidad de considerar la alimentación como parte del abordaje integral de la salud mental. Sin embargo, aún resulta difícil determinar el alcance exacto del impacto de los suplementos y medicamentos tradicionales en el tratamiento de estos trastornos.
Los suplementos de magnesio existen en varias formas químicas, pero su eficacia y absorción varían, lo que dificulta recomendaciones universales – (Imagen Ilustrativa Infobae)
Dupas experimentó mejoría después de iniciar un plan con suplementos de magnesio, L-teanina, vitaminas B y omega-3, junto a una pequeña dosis de antidepresivos. En su caso, consiguió una recuperación notable en pocas semanas. Pero de acuerdo con la literatura y la experiencia clínica, la mayoría de las personas que padecen trastornos mentales no observa mejoras drásticas solamente con suplementos. La vigilancia médica y la personalización del tratamiento siguen siendo indispensables.
Perspectiva de los especialistas y recomendaciones dietéticas
Rawji recomienda realizar análisis de sangre para detectar posibles deficiencias, sobre todo en pacientes con cuadros complejos o que toman varios medicamentos. No obstante, advirtió que las pruebas de laboratorio no siempre muestran con precisión los niveles reales de micronutrientes en el organismo, especialmente en el caso del magnesio.
La dieta variada, rica en vegetales de hoja verde, frutos secos y legumbres, es clave para cubrir las necesidades de magnesio y mejorar el bienestar emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)
El especialista sostiene que los suplementos deben considerarse como parte de una estrategia combinada y no como reemplazo de tratamientos convencionales, como los ISRS o las benzodiacepinas. “Si esperas que el magnesio funcione como un ansiolítico farmacéutico, te decepcionarás”, enfatizó.
Otros profesionales, como Uma Naidoo, directora del área de psiquiatría nutricional del Massachusetts General Hospital, sostienen que muchos profesionales todavía no relacionan la dieta con los síntomas de sus pacientes ni buscan deficiencias a través de preguntas o análisis específicos. Esto puede llevar a pasar por alto intervenciones simples pero efectivas.
El eje intestino-cerebro y la producción de serotonina son fundamentales para el equilibrio emocional y la prevención de trastornos mentales (Imagen Ilustrativa Infobae)
El consejo de los expertos se centra en favorecer una dieta variada que cubra las necesidades básicas de micronutrientes. Para el magnesio, recomiendan incluir vegetales de hoja verde, frutos secos y legumbres; para las vitaminas B, productos como leche, huevos y granos integrales; para la colina, huevos, frijoles y vegetales crucíferos; para la vitamina D, pescados grasos y huevos; y para L-teanina, té verde.
Así, la nutrición se consolida como una herramienta clave para la salud mental, aunque aún se necesitan más estudios para definir el rol de los suplementos en el tratamiento clínico de la ansiedad y la depresión.