Las muertes por cáncer aumentarán un 75% en 2050
Hasta 30,5 millones de personas en el mundo serán diagnosticados de cáncer en 2050, un 61% más que en 2023. El principal factor que justifica este aumento es el envejecimiento de la población, pero hay otros modificables como la exposición al tabaco o el alcohol, sobre los que los expertos inciden.

De 10,4 millones a 18,6 millones. Las cifras corresponden a las personas fallecidas por cáncer. La primera es real y la segunda, una estimación. La primera corresponde a 2023; la segunda, a 2050. El temido resultado: un aumento del 75%. La curva sigue, por tanto, ascendiendo. Desde 1990, el número de muertes por esta enfermedad también ha crecido un 74%. Además, los nuevos casos aumentarán un 61% en los próximos 17 años. Si en 2023, 18,5 millones de pacientes fueron diagnosticados de cáncer, en 2050 serán 30,5.
Datos y porcentajes han sido recogidos por un nuevo análisis de los Global Burden of Disease Study Cancer Collaborators, que ahora ha publicado la revista científica The Lancet. El trabajo concluye que más de la mitad de los nuevos casos y dos tercios de las muertes se producirán en países de ingresos bajos y medios. ¿Por qué, a pesar de los avances en los tratamientos, el cáncer continúa extendiéndose? Y, sobre todo, ¿qué se puede hacer para frenar la subida?
“Existen multitud de factores relacionados con el aumento de la incidencia del cáncer, entre los que destacan el aumento poblacional y, especialmente, el envejecimiento de la población, ya que la edad es uno de los mayores factores de riesgo para el desarrollo de un tumor”, responde a CuídatePlus Isabel Echevarría, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médico del Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid). Por otro lado, apunta la experta, la exposición a otros elementos, como el tabaco, el alcohol, el incremento de la obesidad, el sedentarismo o cambios en los patrones dietéticos, “contribuyen también de forma significativa al incremento de casos de cáncer”.
Así pues, Echevarría alude a los factores de riesgo modificables. Y de entre todos los mencionados, el principal es, según afirma, el tabaco: “Eliminando la exposición al mismo, se podría evitar la mayoría de cánceres de pulmón, vejiga, de cabeza y cuello, y muchos otros tumores… además de reducir hasta un 20% las muertes por esta enfermedad”.
Sobre el alcohol, la oncóloga resalta que se relaciona con el desarrollo de multitud de tumores, como el hepatocarcinoma, cáncer de esófago, colon y recto, mama o de cavidad oral… Asimismo, “la obesidad se asocia con al menos nueve tipos de cáncer y existe evidencia sólida sobre los riesgos vinculados con el sedentarismo”, agrega.
Por último, ciertas infecciones como las hepatitis B y C, infección por el virus del papiloma humano (VPH) o por Helicobacter pylori, son responsables también de un número importante de tumores, especialmente en países de desarrollo. En este sentido, recuerda Echevarría, “las campañas de vacunación poblacionales frente a la hepatitis B y el VPH, así como los tratamientos frente al virus de la hepatitis C, han contribuido a la reducción drástica en los casos de tumores relacionados con dichas infecciones en nuestro medio”.
Cómo reducir la incidencia de cáncer

El aumento poblacional y el envejecimiento de la población están relacionados con el aumento de la incidencia del cáncer. (Foto: Shutterstock)
Si bien se prevé que el número total de casos de cáncer y muertes aumente considerablemente entre 2024 y 2050, “resulta alentador que, cuando se ajustan las tasas mundiales de casos y mortalidad para tener en cuenta las diferencias de edad, no se prevé que aumenten”, señalan los autores de la investigación. Esto quiere decir que no aumentará el riesgo de sufrir cáncer a una edad concreta, sino que la mayor parte del incremento de diagnósticos y muertes se deberá, como ya se ha comentado, al crecimiento y envejecimiento de la población.
Sin embargo, esta mejora aún está lejos del ambicioso Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas de reducir en un tercio para 2030 la mortalidad prematura debida a enfermedades no transmisibles, entre las que se incluye el cáncer.
“Dado que cuatro de cada diez muertes por cáncer están relacionadas con factores de riesgo establecidos, como el tabaco, la mala alimentación y la hiperglucemia, los países tienen enormes oportunidades para abordar estos factores de riesgo, lo que podría prevenir casos de cáncer y salvar vidas, además de mejorar el diagnóstico y el tratamiento precisos y tempranos para apoyar a las personas que desarrollan cáncer”, ha afirmado Theo Vos, coautor del estudio.
Por su parte, Echevarría resalta la importancia de la prevención primaria, dado que entre un 30 y un 40% de las muertes por cáncer se deben a factores de riesgo evitables: “Es fundamental concienciar a la población sobre la necesidad de llevar un estilo de vida saludable, evitando el tabaco, alcohol, sedentarismo, y volviendo a la dieta mediterránea”. Además, la experta declara que es necesario lograr una adecuada adhesión a los programas de cribado en nuestro medio, “que aún sigue siendo insuficiente para los programas de cribado de cáncer de cérvix y colon, por ejemplo”.
En este punto, la detección precoz resulta fundamental para mejorar el pronóstico de los pacientes con cáncer. Sin embargo, “no todos los tumores tienen a día de hoy programas de cribado que hayan demostrado un beneficio real en supervivencia”, afirma la experta. En aquellos tumores con programas de cribado establecidos, como el cáncer de mama, cáncer colorrectal o cáncer de cérvix, su implementación ha demostrado reducir la incidencia de cáncer y disminuir la mortalidad.
Estos programas tienen cobertura nacional, y aunque la adhesión en el caso del cribado del cáncer de mama ya supera el 80%, «sigue siendo baja en los otros programas», lamenta la oncóloga, quien concluye que, con respecto al cáncer de pulmón, «los programas de cribad en pacientes de alto riesgo, aún pendientes de implementar en nuestro medio, han demostrado una reducción de la mortalidad».
Fuente: Cuidate plus