¿Qué es el sarro y cómo prevenirlo?

El sarro es una placa bacteriana que se calcifica, y puede llegar a ser responsable de enfermedades periodontales. Por eso es conveniente acudir al dentista una vez que se identifica el sarro.

Por Redacción Docsalud –

Claves para combatir el sarro dental (Foto: Pixabay)
Claves para combatir el sarro dental

A diferencia de muchas creencias habituales, el sarro no es una cuestión genética y tampoco es algo inevitable, es algo que se puede evitar y prevenir con una higiene oral correcta. «Afortunadamente, la prevención de las enfermedades periodontales es algo sencillo y está al alcance de toda la población. Se debe tener un eficaz control sobre la placa y visitar al dentista para evitar la aparición de la gingivitis y la periodontitis», afirma la vicepresidenta de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la doctora Paula Matesanz.

El origen del sarro son los restos de comida que quedan entre los dientes, que luego se forman en una sustancia blanca entre los dientes y las encías que puede eliminarse con el cepillo de dientes. «Esa sustancia es probable que se calcifique con el paso de los días, hasta organizarse en cúmulos duros y fuertemente adheridos a la superficie de los dientes, conocidos como ‘sarro’ o ‘cálculo’», añade la especialista. Entonces, el sarro se forma por la placa bacteriana, conocida como el ‘biofilm dental’, que luego se calcifica. La calcificación de esa sustancia y la aparición del sarro es la consecuencia de no eliminar a tiempo la placa depositada sobre los dientes y encías tras las comidas».

Mucha gente cree que el sarro aparece por una herencia genética o por la composición de la saliva. Sin embargo, la Dra. Matesanz lo desmiente por completo y considera que es muy importante entender que “la única explicación para la presencia de sarro en la boca es la ausencia de una técnica eficaz de higiene oral».

El sarro se puede identificar por visión directa porque el color es diferente del color de la superficie del diente sobre el cual se adhiere el sarro. Sin embargo, también puede identificarse por los síntomas que ocasiona, como por ejemplo el sangrado de encías. “El sangrado de encías indica que hay una inflamación, que es parte de la respuesta del paciente a la presencia del sarro. Como recomendación general diría que, tanto si se identifica la presencia de sarro, como si notan signos que puedan estar relacionados con el mismo, se acuda a la consulta del dentista para que se haga un adecuado diagnóstico y pueda eliminarse a tiempo», aconseja la dentista.

La placa bacteriana junto al sarro son las principales responsables del desarrollo de enfermedades periodontales. Las enfermedades periodontales son aquellas patologías que afectan principalmente a los tejidos de soporte de los dientes, conocidos como ‘periodonto’, por su localización alrededor (peri) del diente (odonto). “Estas enfermedades, entre las cuales distinguimos la gingivitis y las periodontitis, son enfermedades inflamatorias de enorme prevalencia, que pueden culminar, en una última instancia, en la pérdida de los dientes. Además, estas enfermedades están relacionadas con el agravamiento y la aparición de ciertas enfermedades sistémicas, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, por citar algunos ejemplos. Por otro lado, son responsables de frecuentes consecuencias en la función masticatoria y en la estética de la sonrisa” añade la especialista.

Además, hay otros factores de riesgo que pueden acelerar la formación de enfermedades periodontales, como por ejemplo el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.

¿Cómo eliminar el sarro?

El sarro solo se puede eliminar mecánicamente, no existen fármacos ni antisépticos que puedan ayudar a su eliminación. Sin embargo, existen tratamientos en la consulta dental que permiten la eliminación total, además de la prevención y el tratamiento de las enfermedades periodontales. Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre el sarro, se puede hacer una profilaxis o ‘limpieza dental’, que se hace cuando el sarro está sobre la encía y los dientes a máximo 2 milímetros de profundidad. Si no, se puede hacer un raspado y alisado radicular, que se hace cuando el sarro se ubica mucho más profundo y que es necesario eliminarlo con anestesia. «Ambos tratamientos son sencillos y eficaces, y un profesional identificará, mediante el uso de una sonda periodontal, lo indicado en cada caso», concluye la dentista.

Fuente: docsalud.com