Síndrome del impostor: claves para liberarte del autoboicot y cómo juega la imagen personal

Este fenómeno puede generar ansiedad, estrés y afectar la autoestima y el rendimiento laboral o académico; cómo la imagen personal juega un papel muy importante en el proceso de superación

Danisa Bevcic

El síndrome del impostor afecta a personas de todas las esferas, independientemente de su éxito, fama y reconocimiento externo
El síndrome del impostor afecta a personas de todas las esferas, independientemente de su éxito, fama y reconocimiento externoShutterstock – Shutterstock

¿Alguna vez sentiste que no sos lo suficientemente bueno a pesar de que cumpliste logros que son evidentes?

¿Que no estás a la altura de las expectativas, incluso cuando cumpliste con tus responsabilidades de manera sobresaliente?

¿Te sentiste en algún momento como si no merecieras tus logros, a pesar de haber trabajado duro para alcanzarlos? O que dudas de tus habilidades, teniendo pruebas sólidas de tu competencia? El síndrome del impostor es una experiencia común entre muchas personas, caracterizada por sentimientos de duda y miedo al fracaso, incluso cuando se han alcanzado logros evidentes. Esta sensación persistente de ser un fraude puede ser abrumadora, pero hay formas de superarla y liberarse del ciclo de auto-sabotaje o auto-boicot. Este fenómeno puede generar ansiedad, estrés y afectar la autoestima y el rendimiento laboral o académico.

Para enfrentar y vencer el síndrome del impostor, es fundamental conocerlo y saber que se trata porque te permitirá trabajar en la superación.

Reconocer que no estás solo en esta lucha y que incluso las personas exitosas han experimentado sentimientos similares puede ser reconfortante. Sin ir más lejos, Michelle Obama, Tom Hanks y Neil Armstrong reconocieron haberlo padecido.

La ex primera dama de los Estados Unidos ha hablado abiertamente sobre su lucha con el síndrome del impostor, especialmente durante sus años en la Universidad de Princeton y en la Facultad de Derecho de Harvard. A pesar de sus logros académicos y profesionales, Obama ha admitido que a menudo se sentía que no merecía estar donde estaba.

Otro caso es el del renombrado actor, Tom Hanks, quien ha revelado en varias entrevistas que a menudo se siente como un impostor en la industria del entretenimiento, a pesar de su amplio éxito y reconocimiento. Atribuye gran parte de su carrera a la suerte y todavía se sorprende de su propia popularidad.

La ex primera dama de los Estados Unidos ha hablado abiertamente sobre su lucha con el síndrome del impostor, especialmente durante sus años en la Universidad de Princeton y en la Facultad de Derecho de Harvard
La ex primera dama de los Estados Unidos ha hablado abiertamente sobre su lucha con el síndrome del impostor, especialmente durante sus años en la Universidad de Princeton y en la Facultad de Derecho de HarvardArchivo

Por otra parte el astronauta y primer hombre en caminar sobre la luna, Neil Armstrong también admitió haber experimentado el síndrome. A pesar de su destacada carrera en la NASA y su logro histórico, a menudo se preguntaba si era lo suficientemente bueno para estar entre los astronautas más destacados de su época.

En el mundo del deporte, Serena Williams, considerada como una de las mejores tenistas de todos los tiempos reconoce preguntarse si merece su éxito y si es lo suficientemente buena como atleta, más allá de sus innumerables títulos y récords.

Estos son solo algunos ejemplos de personas famosas que han hablado públicamente sobre su experiencia con el síndrome del impostor. Su franqueza y apertura sobre este tema demuestran que este fenómeno afecta a personas de todas las esferas, independientemente de su éxito, fama y reconocimiento externo.

Los especialistas reconocen que quienes lo padecen deben trabajar su autoestima, un proceso en el que la imagen personal juega un papel muy importante en el proceso de superación. Acaso ¿te diste cuenta de cómo la ropa influye en la confianza en si mismo y en cómo nos perciben los demás?

Para responder esta pregunta, vale la pena dedicar tiempo a explorar y definir tu estilo personal único ya que es clave en el proceso. En este sentido animarse a experimentar con diferentes prendas, colores y estilos hasta descubrir qué te hace sentir auténtico y seguro puede ser el comienzo de esta superación.

También elegir prendas que reflejen tu identidad y estilo personal puede ser un gran impulso para tu autoestima. La forma en que te vestís y te presentas al mundo puede tener un impacto significativo en cómo te sentís con vos mismo.

Pero la imagen personal va más allá de la vestimenta. También abarca el lenguaje corporal. Tus gestos y posturas pueden comunicar mucho sobre vos.

Mantener contacto visual, pararte erguido y ofrecer apretones de manos firmes pueden transmitir confianza y seguridad.

Practicar una postura segura y abierta puede influir en tu estado de ánimo y en cómo te perciben los demás, ayuda muchísimo a combatir este síndrome.

La imagen personal va más allá de la vestimenta. También abarca el lenguaje corporal
La imagen personal va más allá de la vestimenta. También abarca el lenguaje corporalShutterstock

Además, buscar apoyo emocional y orientación profesional puede ser beneficioso para superarlo. No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales en imagen personal puede ayudarte a identificar tus fortalezas y áreas de mejora en términos de imagen personal, y a desarrollar estrategias para mejorar tu imagen profesional.

Practicar el autocuidado también es fundamental para superar el síndrome del impostor. Dedicar tiempo a actividades que te relajen y recarguen tus energías, como el ejercicio, la meditación o simplemente pasar tiempo al aire libre y salir a caminar, pueden mejorar tu bienestar físico y emocional.

Y por supuesto mantener una apariencia prolija y arreglada siempre es beneficioso para causar una buena primera impresión en entrevistas de trabajo, reuniones importantes o eventos sociales, lo que puede es ventajoso para tu carrera y tus relaciones personales. Refleja tu compromiso con tu trabajo y tu atención al detalle, por lo cual influye en la percepción que tienen tus colegas, superiores y clientes sobre vos.

Está comprobado que te ayuda a sentirte más en control y listo para enfrentar los desafíos del día con una actitud positiva.

En la era digital, tu presencia online también es muy importante. Tus perfiles en redes sociales y tu sitio web son tu carta de presentación las 24 horas del día.

Mantener una imagen coherente y profesional en estos canales puede contribuir a proyectar autenticidad y credibilidad, lo que puede ayudar no solamente a superar el síndrome del impostor y sino a alcanzar tus metas profesionales y personales.

Por eso cultivar una sólida autoestima es crucial para combatir el síndrome del impostor. Creer en tus habilidades y valorar tus logros es fundamental para desarrollar una mentalidad más positiva y constructiva.

Recuerda que superarlo es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, pero con determinación y perseverancia, podes alcanzar la confianza y el éxito que te mereces.

Danisa Bevcic

Fuente: La Nación