Orinar ante una picadura de medusa: verdad o mito

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Las picaduras de medusa no suelen ser graves, pero giran alrededor de ellas algunos mitos sobre cómo tratarlas que pueden retrasar su curación. Saber actuar ante un incidente de este tipo es clave para evitar males menores

un hombre pasea por la playa y hay una medusa en la orilla del mar
  1. Alicia Cruz Acal

Es verano y la fauna animal lo sabe. Las picaduras de mosquitos, avispas o garrapatas aumentan en esta época del año, siendo motivo de consulta médica frecuente. En el mar, el “bichejo” estrella en este sentido es, sin duda, la medusa. El contenido de sus células urticantes (llamado nematocistos) se libera cuando este invertebrado se siente amenazado o pretende capturar alguna presa. Sobra aclarar que, en el caso del ser humano, el ataque se produce por la primera situación. 

“Aunque siempre hay excepciones, las picaduras de medusas no suelen ser graves. El contacto con medusas vivas, muertas o con restos de ellas se caracteriza por dolor y/o un picor intenso e inmediato en la zona, pudiendo aparecer reacciones locales con enrojecimiento, inflamación y vesículas pequeñas”, detalla el Ministerio de Sanidad. 

Signos como náuseasvómitos o calambres musculares son más raros. Los casos más graves pueden presentar pérdida de conciencia con el consecuente riesgo de ahogamiento. Según el organismo público, “las personas que hayan tenido contacto previo, pueden estar sensibilizadas y una segunda picadura puede producir una reacción más severa”.

Por su parte, Julio José Llerena, coordinador del Servicio de Urgencias del Hospital Vithas Valencia Turia, “hay varios factores que pueden agravar una picadura de medusa y hacer que su efecto sea más severo. La reacción puede ser especialmente intensa si la persona es alérgica a las toxinas, si la picadura se produce en zonas sensibles como la cara, el cuello o los genitales, o si ha habido contacto con varios tentáculos”. Además, continúa el experto, “cuanto más tiempo esté la piel expuesta a las toxinas, mayor será la irritación y el riesgo de complicaciones”. 

Llerena añade que pueden influir factores individuales, como la edad (son más vulnerables los niños y las personas mayores), el estado previo de la piel (a menor hidratación, mayor riesgo de complicaciones) o si existen problemas de salud como asmaenfermedades cardíacas o inmunodeficiencia.  

Una creencia bastante extendida es aquella que defiende que orinar sobre la picadura aliviará el dolor y acelerará su curación. Esto no sólo es falso, sino que llevarlo a la práctica puede ser hasta contraproducente. “La orina no neutraliza el veneno y puede causar irritación”, advierte Michelle Guevara, coordinadora de Urgencias del Hospital Vithas Valencia Consuelo, quien añade que tampoco se debe aplicar alcohol o amoniaco sobre la lesión por los mismos motivos: “Pueden irritar la piel y aumentar la liberación de veneno de los nematocistos”. Otros mitos a los que alude la experta es frotar la herida con arena o con la toalla.

un hombre con una picadura de medusa en la pierna

¿Cómo actuar ante una picadura de medusa?

Mª Jesús Cano, coordinadora de Urgencias de los Hospitales Vithas Alicante y Medimar, indica que lo primero que hay que hacer en caso de sufrir una picadura de medusa, es salir del agua para evitar nuevas picaduras y para reducir el riesgo de ahogamiento si el dolor es intenso

“No hay que frotar la zona afectada, dado que puede romper las células urticantes restantes y liberar más veneno”, advierte la experta, quien explica que es necesario retirar los restos de tentáculos mediante pinzas o guantes, nunca con las manos desnudas. 

Desde el Ministerio de Sanidad, señalan los siguientes consejos:

  • Avisar al socorrista más cercano para ser atendido. 
     
  • Limpiar la zona afectada con agua salada (y, como se ha comentado, sin frotar) o, en su defecto, con suero salino. Es conveniente no aplicar agua dulce, pues al tratarse de otro medio, las células urticantes que se mantengan en la piel, podrían explotar y difundir más veneno. 
     
  • Tras la retirada de los restos de tentáculos adheridos a la piel, se puede aplicar frío (20 minutos máximo), usando para ello una bolsa de plástico con hielo dentro (el hielo nunca se debe aplicar directamente, pues puede producir quemaduras). Esto conseguirá evitar la inflamación y reducir el dolor
     
  • Si el dolor es muy intenso o el estado de la persona empeora progresivamente, deberá avisar nuevamente al socorrista o acudir de inmediato a un centro médico.