Tu pareja no sigue tus consejos, pero sí las de otras personas
La falta de sintonía en una pareja se muestra de muchas maneras. Algo tan sutil como pasar por alto los consejos del otro puede revelar la existencia de problemas más profundos. La psicóloga Alejandra de Pedro explica las posibles implicaciones.

Un hombre, al que llamaremos Antonio, aconseja a su pareja que se compre un móvil de la marca X porque está muy bien de precio y la batería dura bastante tiempo. Su pareja -pongamos que se llama Paula- le responde que no, que prefiere el teléfono de marca Y porque es mucho más sencillo de manejar. Al cabo de unos días, al llegar a casa, Paula muestra con orgullo el nuevo móvil que se ha comprado… ¡que es de la marca X! Y le dice a Antonio: “Mira qué teléfono más chulo me he comprado; me lo ha recomendado mi amiga Paula”.
Otra situación: Paula le sugiere en varias ocasiones a Antonio que se corte el pelo porque considera que le hace falta un cambio de aspecto. Sin embargo, él hace oídos sordos… hasta que un día aparece con un corte más moderno y proclama “Mi amigo Alfonso y yo nos hemos lanzado a un cambio de look radical”.
Muchas personas tienen la sensación de que sus parejas no escuchan sus consejos e, incluso, que en ocasiones hacen más caso a sus familiares o amigos. ¿Se puede considerar algo normal? ¿Es una prueba más de que las fricciones entre dos personas que se quieren y se respetan son normales y, como señala el dicho, “los amores más queridos son los más reñidos”? O, por el contrario, ¿es una muestra de que algo no funciona? Otra posibilidad es que uno de los dos miembros de la pareja -aquel cuyas recomendaciones son supuestamente ignoradas- esté interpretando mal las reacciones del otro, quien en realidad sí ha seguido sus sugerencias.
La psicóloga Alejandra de Pedro, terapeuta de pareja y autora del libro Por qué me cuesta tanto olvidarte (La esfera de los libros, 2023) explica a CuídatePlus qué puede haber detrás de este tipo de desencuentros.
Peticiones expresadas como críticas
La comunicación es clave para una buena relación de pareja. De Pedro señala un matiz que puede pasar inadvertido: “Muchas veces, sin ser conscientes de ello, cuando nos comunicamos con nuestra pareja expresamos las peticiones a modo de críticas”. Una petición sería: “Me gustaría que pasaras más tiempo conmigo”. Que también se podría enunciar en forma de pregunta: “¿Por qué estás pasando menos tiempo en casa?”. Pero se convierte en una crítica cuando se pronuncia de la siguiente manera: “Eres un desastre, nunca pasas por casa, siempre estás evadiendo todos los problemas”. Y es entonces cuando el otro miembro de la pareja siente el instinto de rebatir esa formulación para defenderse.
En el ejemplo sobre el corte de pelo, esa formulación en forma de crítica -que genera rechazo- sería: “La verdad es que deberías cortarte el pelo, lo llevas fatal”.

(Foto: Shutterstock)
Al final, incluso las recomendaciones más banales pueden parecer críticas según cómo se expresen. Y también influye la historia de encuentros y desencuentros de cada pareja, cuyos miembros pueden estar quemados y, por lo tanto, mostrarse mucho más susceptibles. “Si uno de los dos lleva tiempo pidiendo al otro que cambie una cosa y no le hace caso, la forma de pedirla va a ser cada vez más crítica”, señala la psicóloga. “Y cuanto más acusatorio sea el tono, más a la defensiva se pondrá el otro”.
¿Falta de sintonía?
La falta de sintonía en la pareja puede estar detrás de este tipo de problemas de comunicación. De Pedro cita los estudios del psicólogo John Gottman, considerado uno de los pioneros de la terapia de pareja: “Él habla de un atributo que tienen las parejas sólidas, que es la habilidad para dejarse influir”. Tras hacer un seguimiento a una serie de parejas durante años, Gottman apreció que las que seguían juntas y unidas al cabo de los años eran aquellas que se se seguían mutuamente: si uno de los dos tenía un buen hábito, como hacer deporte, el otro también comenzaba a hacer ejercicio físico.
En el lado opuesto están, según la psicóloga, las “parejas que no se dejan influenciar y son muy rígidas o están muy a la defensiva”.
De Pedro hace alusión a uno de los ejemplos más clásicos de Gottman: “Un hombre se va a comprar un coche y el vendedor le dice: ‘Este modelo es fantástico, corre muchísimo’. El hombre le dice: ‘Bueno, pues lo tengo que consultar con mi mujer’”. En ese momento, el vendedor se ríe de él y le viene a decir que es una nenaza. Pero entonces, prosigue el relato, “el hombre le contesta: ‘Pues claro, ella sabe de muchas cosas y va a tener en cuenta cosas en las que yo no me fijo; mejor escucharla’”.
De este modo, aunque para muchos supone “una pérdida de su individualidad o de su capacidad para tomar decisiones”, para las parejas en sintonía es positivo “dejarse influenciar y entender que a uno se le van a dar mejor o va a saber más de ciertas cosas y el otro, de otras cuestiones”.
La importancia de practicar la escucha activa
Numerosas personas no se sienten escuchadas por su pareja; es como si estuvieran hablando al vacío. De Pedro diferencia entre “escucha pasiva y escucha activa, que son dos cosas muy diferentes”. Alguien que escucha a otro individuo de forma pasiva actúa simplemente como receptor, mientras que quien lo hace activamente asiente, formula preguntas y ofrece una contrarréplica, con frases como: “Por lo que me dices, entiendo que te molesta mucho cuando yo hago esto”.
La psicóloga señala que se puede «entrenar para conseguir una escucha más activa y es algo que se trabaja en terapia de pareja”. En definitiva, una buena comunicación es clave en las relaciones de pareja. En palabras de la terapeuta, “el mensaje puede ser fantástico, pero la forma de comunicar lo determina todo”.