Aunque por numerosos intereses comerciales se intenta minusvalorar y, en cierta forma, ‘blanquear’ las repercusiones que tiene el vapeo en la salud, para los expertos en odontología no cabe duda que vapear daña los dientes y encías tanto como el tabaco. Por ello, desaconsejan el consumo de estos nuevos productos para fumar. 
 

Un hombre vapea
  1. Jerián González

  1. Olalla Argibay

El vapeo, una moda creciente en todo el mundo, es también perjudicial para la salud bucodental y para las encías, al igual que el tabaco. Así lo señala la Federación Europea de Periodoncia (EFP), que advierte del efecto pernicioso de los cigarrillos electrónicos.

La EFP, entidad en la que está integrada la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), aclara que, “a pesar de que el fenómeno del vapeo es relativamente nuevo en comparación con el tabaquismo”, los datos de investigación muestran una clara relación entre los cigarrillos electrónicos y la mala salud de las encías y los dientes.

Una de las razones del impacto nocivo del vapeo es la nicotina, ya sea fumada o vaporizada, que restringe el flujo sanguíneo a las encías. Otras sustancias químicas contenidas en el vapor de los cigarrillos electrónicos (como el formaldehído, el propilenglicol y el benceno) pueden agravar los daños en la boca, empezando por la destrucción progresiva del periodonto, los tejidos que sostienen los dientes

En general, el vapeo puede perjudicar la salud bucodental de diversas formas, como el mal aliento, la irritación de la boca y la garganta, laringitis, lengua negra, estomatitis nicotínica, lengua vellosa, dolor de muelas, decoloración dental, caries, sensibilidad dental y cariogénesis, reducción de la dureza del esmalte y aumento del riesgo de cáncer oral.

Un problema creciente

El número de ‘vapers’ está creciendo rápidamente en todo el mundo. El consumo parece ser mayor entre los adolescentes, los adultos jóvenes y las personas que nunca han fumado. “El daño a las encías y a los tejidos que soportan los dientes, a menudo irreversible, es un efecto adverso del vapeo”, subraya Andreas Stavropoulos, presidente del comité de asuntos científicos de la EFP y expresidente inmediato de la EFP. “Este daño incluye la reabsorción permanente de las encías y el hueso que mantienen los dientes en función y en la boca. El tratamiento de estos problemas, dependiendo de su extensión, suele ser engorroso y caro”.

Desde hace años, se sabe que fumar puede contribuir a dañar gravemente la salud bucodental: los fumadores tienen más enfermedades de las encías, más pérdida de dientes y mayores niveles de cáncer oral. También se sabe que las enfermedades de las encías pueden desempeñar un papel negativo en la salud sistémica; por ejemplo, están implicadas en la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas y la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras. Ahora también se ha podido confirmar que el vapeo, además de inducir daños para el corazón y los pulmones, supone igualmente un riesgo para la salud bucodental.

Por estas razones, los expertos insisten en no recomendar el vapeo como estrategia de transición de la deshabituación tabáquica, sino que prioricen el consejo de deshabituación tabáquica tanto para los cigarrillos como para los e-cigarrillos. Además, se propugna los propios profesionales de la Odontología proporcionen a los pacientes información sobre el probable impacto perjudicial del vapeo en la salud de las encías y bucodental.

Los datos en España sobre el hábito tabáquico no son muy alentadores. A pesar de documentarse un leve descenso en el consumo de cigarrillos, se observa un aumento exponencial del uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos entre los jóvenes, que se inician en su consumo cada vez a edades más tempranas. Y, de manera paralela, según una encuesta realizada por Kenvue, “aunque la mayoría de los profesionales de la salud bucodental están interesados en que sus pacientes dejen de fumar, sólo un 4% trabaja activamente la cesación tabáquica en sus consultas”, subraya Regina Izquierdo, coordinadora del Grupo de Trabajo SEPA-Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), quien demanda “una mayor implicación de estos profesionales en labores de información y de deshabituación tabáquica”.

Por otra parte, hace falta también conseguir el compromiso de los jóvenes, y pensar en soluciones innovadoras para lograr que no se inicien en el consumo de tabaco convencional o de nuevas formas de tabaquismo. A juicio de Izquierdo, “éste es el verdadero reto dada la presión publicitaria en redes sociales que fomentan estas prácticas de manera desmesurada, pues para más de la mitad de los adolescentes fumar cigarrillos electrónicos está de moda».

Ante esta situación, los expertos coinciden en señalar la necesidad urgente de imponer mayores restricciones al consumo de tabaco en todas sus formas, a su acceso, a la publicidad y a su disponibilidad. Pero, además, recomiendan intensificar las iniciativas para informar, concienciar y sensibilizar a la sociedad no sólo de los riesgos para la salud que se derivan de su uso, sino también de la amenaza que supone para el medio ambiente el efecto contaminante de las colillas y de los plásticos de un solo uso, además de los derivados de su proceso de fabricación.

Fuente: cuidate plus