Cómo y cuándo hay que medir el “azúcar” en sangre

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La diabetes es una enfermedad que no deja de crecer en nuestro país. Según los expertos consultados por CuídatePlus, los casos de diabetes tipo 1 y 2 se han incrementado en las últimas décadas, especialmente la tipo 2, que además aparece en edades más tempranas. Te contamos por qué es importante conocer nuestros niveles de «azúcar en sangre» y de prevenir esta enfermedad. 

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  1. Joanna Guillén Valera

Más de 5,1 millones de personas en España padecen diabetes tipo 2. Esta cifra “representa más del 95 % de todos los casos de diabetes ya que  se estima que hay 170.000 personas con diabetes tipo 1 en España, y se diagnostican unos 1.200 y 1.500 nuevos casos en menores de 15 años”, informa en detalle Noemi González Pérez de Villar, subdirectora médica del Hospital La Paz, en Madrid.

Es una enfermedad que no deja de crecer en nuestro país. Como señala la experta, “los casos de diabetes tipo 1 y 2 se han incrementado en las últimas décadas, especialmente la tipo 2, que además aparece en edades más tempranas”. Este tipo de diabetes se asocia a “obesidad, sedentarismo y estilo de vida poco saludable” por lo que la presencia de estos factores aumenta la probabilidades de padecer la enfermedad. 

¿Cómo sabemos que tenemos diabetes?

Uno de los aspectos más importantes y preocupantes de la diabetes tipo 2 es que “evoluciona lentamente y sin dar síntomas, por lo que un tercio de las personas que la tienen no lo saben”, recuerda González Pérez de Villar. Es más, muchas personas no saben ni qué niveles de azúcar en sangre son los normales y cuándo hay que preocuparse.  

Como informa a CuídatePlus Ruth Gaspar, Enfermera Educadora en Diabetes del Hospital La Paz, y  todo “dependerá de qué situación estemos valorando”. Generalmente, consideramos normales “niveles de glucosa en ayunas de entre 70-100 mg/dl y menores a 140 mg/dl 2 horas después de comer”. Pero, señala, “estos rangos son diferentes dependiendo de cada situación”. 

Factores como “la edad, el estado general de salud o el embarazo, por ejemplo, modifican considerablemente estos objetivos y por ello, es fundamental hablar con un profesional sanitario para entender los valores específicos adecuados para cada persona”, aclara.

Ambas expertas participan en la campaña #DIABETESTIGMA | Derribemos el estigma en diabetes de Abbott,  que cuenta con el aval de la Federación Española de Diabetes. 

No todo el azúcar alto en sangre es diabetes

Sin embargo, no todo el “azúcar elevado en sangre” es diabetes. Cuando decimos que tenemos el azúcar alto, explica  Miguel Turégano, secretario de la Junta Directiva Regional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) Extremadura, “queremos decir que los niveles de glucosa en sangre (también llamado glucemia) están elevados, ya que el cuerpo no puede producir tanta insulina como para revertir estos niveles de glucosa”.

Tal y como explica, tener una glucemia elevada “puede ocurrir en personas con diabetes, especialmente en aquellos pacientes mal controlados, pero no necesariamente una glucosa en sangre alta implica diabetes”. En este sentido, señala que “es conveniente señalar que puede haber casos de glucemias basales alteradas o prediabetes que también pueden conllevar glucemias elevadas y que no implican per se un diagnóstico de diabetes”.

Así, cuando decimos que una persona tiene el azúcar alto, podemos estar haciendo referencia a dos condiciones, según señala Fernández Rubio:

  1. Diabetes mellitus. Ésta se diagnostica cuando se confirman los niveles altos de azúcar (glucosa en ayunas ³ 126 mg/dl, hemoglobina glicada ³ 6,5% o glucosa tras prueba de sobrecarga oral de glucosa ³ 200 mg/dl) en 2 determinaciones o mediante 2 parámetros diferentes en personas sin síntomas de diabetes. Los síntomas de la diabetes tipo 1 serían:  orinar mucho, beber mucha agua o bajar peso.
     
  2. Prediabetes: este término hace referencia a las personas que, sin cumplir los criterios de diabetes, presentan cifras de glucosa (azúcar) superiores a lo normal.

Es importante señalar que después de comer es natural que los niveles de glucosa aumenten. En este caso, “un valor normal de glucosa en sangre 2 horas después de haber comido debería ser menor de 140 mg/dL. Si la glucosa está entre 140 y 199 mg/dL se consideraría una situación de intolerancia a la glucosa ( prediabetes) que habría que confirmar con una prueba de tolerancia a la glucosa”, señalan expertos de Sanitas.

Si la lectura es superior a 200 mg/dL, como 220 de glucosa después de comer, “podría ser indicativo de diabetes de tipo 1 o diabetes de tipo 2” por lo que ante este tipo de lecturas es recomendable consultar con un especialista para confirmar el diagnóstico.

Cuándo hay que medir los niveles de glucosa

En el caso de la persona con diabetes, medir la glucosa con glucómetro o sistemas de monitorización flash o continua de glucosa, es, en opinión de la experta, “la manera en la que la persona con diabetes obtiene la información para gestionar su situación”. En cada pacientes es clave saber que, dependiendo de las características y de la situación de cada persona, “estas mediciones (tanto en número como en momento del día) se prescribirán de forma individualizada”. 

Las mediciones, informa, “pueden variar desde una medición semanal con 6 glucemias al día (antes y dos horas después de las comidas) en una persona con un control estable y sin tratamiento farmacológico, a información continua con un sistema de monitorización para una mujer embarazada que necesita ajustar constantemente su tratamiento insulínico”.