Ferropenia: cómo saber si tenés deficiencia de hierro

Con los análisis adecuados, un período de suplementos y una alimentación adecuada, podés elevar tus niveles de hierro en unos meses.

El hierro es un nutriente fundamental para muchas cosas que nuestro cuerpo hace cada día y, sin embargo, más de un tercio de las mujeres estadounidenses adultas en edad reproductiva tienen deficiencia de él.

El sangrado menstrual y el embarazo son los principales causantes de esta carencia. Los síntomas suelen ser inespecíficos y vagos, como fatiga, niebla cerebral, aturdimiento, trastornos del sueño y menor capacidad para hacer ejercicio.

Si no se trata a largo plazo, la ferropenia puede reducir la cantidad de glóbulos rojos sanos del organismo y provocar anemia. Durante el embarazo, la carencia de hierro y la anemia pueden tener efectos adversos en la madre y el feto.

Si usos mujer y tenés menstruaciones abundantes, seguís una dieta vegetariana o planeás quedar embarazada, conviene que evalúes la posibilidad de pedir a tu médico que analice tus niveles de ferritina, que mide la cantidad de hierro almacenada en el organismo, dijo el doctor Malcolm Munro, profesor de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles.

En los exámenes anuales, la mayoría de los médicos sólo analizan los niveles de hemoglobina, pero ésta es un indicador de anemia, no de ferropenia.

Para las mujeres que no están embarazadas, los niveles de ferritina deben ser de al menos 15 microgramos por litro, y los de hemoglobina de al menos 12 gramos por decilitro, según la Organización Mundial de la Salud. Pero cada vez más, los investigadores sugieren que los valores límite sean más altos: para la ferritina, entre 30 y 50 microgramos por litro; y para la hemoglobina, 13 gramos por decilitro.

Si tus niveles de hierro son bajos, «tenemos este planteo: decimos que tenemos que ‘detener la fuga y llenar el tanque’«, explicó Munro. Esto es lo que podrías hacer.

Controle el sangrado menstrual

Según la Dra. Angela Weyand, hematóloga pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, muchas mujeres no saben si su menstruación puede considerarse abundante.

«Veo a muchas adolescentes que tienen un sangrado menstrual muy abundante y acaban teniendo una anemia grave que las lleva a quedar internadas en el hospital», señaló. «A menudo, estas pacientes ni siquiera sabían que su sangrado era anormal«.

Empapar la toallita o el tampón cada dos horas, sangrar durante más de siete días o necesitar doble protección (tampón y compresa) son señales de que la menstruación es demasiado abundante.Una alimentación adecuada es clave para evitar la deficiencia de hierro. Ilustración Marta Monteiro/ TNYT.Una alimentación adecuada es clave para evitar la deficiencia de hierro. Ilustración Marta Monteiro/ TNYT.

Si tenés hemorragias abundantes y deficiencia de hierro, hablá con tu ginecólogo para descartar primero factores que puedan estar causando el exceso de sangrado, como una endometriosis o fibromas, aconsejó Munro. El profesional puede plantear métodos para reducir la cantidad de sangre, como las píldoras anticonceptivas o el dispositivo intrauterino hormonal.

Tomar naproxeno o ibuprofeno también puede ayudar a reducir la pérdida de sangre si se toma dos días antes de que empiece el período. El ácido tranexámico, un medicamento de venta con receta, es otra opción.

Suplementos cada dos días

Hay muchos tipos de suplementos que aportan distintas cantidades de hierro, pero una dosis más alta no es necesariamente mejor; lo mejor es no tomar más de 100 miligramos por día, dice Munro.

Superar esa cantidad puede empeorar los efectos secundarios, como el estreñimiento o las náuseas, y entonces el hierro no se absorberá bien. Por ejemplo, los comprimidos de hierro más comunes contienen 325 miligramos de sulfato ferroso, que aportan 65 miligramos de hierro, y uno de ellos sería suficiente.

Los estudios indican que tomar el suplemento de hierro día por medio es igual de eficaz que hacerlo con más frecuencia y tiene menos efectos secundarios.

Evitá tomar suplementos de calcio, leche, café, té o alimentos ricos en fibra al mismo tiempo que su suplemento de hierro, ya que pueden interferir en la capacidad del organismo para absorberlo.

Según Munro, la administración constante de suplementos debería mejorar las cifras de ferritina en unos tres meses. Una vez que las cifras de ferritina hayan aumentado y no se pierda tanta sangre durante la menstruación, no habrá ningún problema si sólo se recurre a la dieta para incorporar hierro, añadió.

Tomá decisiones nutricionales inteligentes

Los hombres de cualquier edad y las mujeres mayores de 50 años deben consumir al menos 8 miligramos de hierro al día, mientras que las mujeres de 19 a 50 años deben apuntar a 18 miligramos. Las necesidades aumentan a 27 miligramos durante el embarazo.

Hay dos tipos de hierro en los alimentos: el hemo y el no hemo. Según Elaine McCarthy, investigadora en nutrición del University College Cork (Irlanda), el hierro hemo se encuentra en cualquier fuente de origen animal, como la carne, las aves y el pescado, mientras que el hierro no hemo se halla en alimentos de origen vegetal, como las lentejas y los porotos, algunas verduras, los cereales y los frutos secos.

Ambos tipos de hierro pueden ser fuentes valiosas, pero el organismo absorbe el hierro hemo con mayor eficacia, explicó McCarthy.

Dicho esto, los alimentos de origen vegetal pueden ser grandes fuentes de hierro. Una taza de lentejas cocidas, por ejemplo, contiene 6,6 miligramos de hierro -más de lo que contiene una porción de carne de ternera-, pero hay que utilizar algunos trucos para ayudar al organismo a absorberlo, dijo Diane DellaValle, profesora asociada de Ciencias de la Nutrición del King’s College de Wilkes-Barre (Pensilvania).

Vale la pena elaborar un plan personalizado con un nutricionista, pero estos son algunos de sus consejos para incorporar más hierro:

  •  Combiná el hierro de origen vegetal con potenciadores de la absorción: incluir un poco de carne o una buena fuente de vitamina C en la misma comida mejorará la absorción del hierro no hemo, explicó DellaValle. Podés añadir tomate o morrón a las lentejas, por ejemplo, o comer frutillas o una naranja como postre.
  • Evitá lo que impide la absorción: ciertos compuestos que se encuentran en el té y el café pueden interferir en la absorción del hierro no hemo de los alimentos y suplementos, así que evitá tomar esas bebidas al mismo tiempo que las fuentes de hierro de origen vegetal, dijo DellaValle.
  • Comé alimentos enriquecidos: otras buenas fuentes de hierro son algunos alimentos enriquecidos, como panes y pastas que contienen harina de trigo enriquecida, explicó DellaValle. El arroz enriquecido también contiene hierro adicional, aunque perderá parte de él si lo enjuagás antes de cocinarlo. Y muchos cereales para el desayuno están enriquecidos con hierro; pero tené en cuenta que el hierro pasará a la leche, por lo que tendrás que tomarla para obtener la dosis completa.
  • Cociná con utensilios especiales: uno de los consejos favoritos de DellaValle es cocinar con un pez de hierro. Colóquelo en la olla junto con un par de gotas de jugo de limón o vinagre y el producto liberará de 6 a 8 miligramos de hierro en lo que esté cocinando, ya sea arroz, avena o sopa. Cocinar en una sartén de hierro fundido también puede añadir hierro a la comida. DellaValle suele recomendar el pez de hierro a los deportistas universitarios con los que trabaja y lo regala en Navidad.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/ferropenia-saber-tenes-deficiencia-hierro-llenar-tanque_0_5ah2qCLWkY.html