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Determinadas situaciones en una relación de pareja pueden llevar a que sea recomendable hacer una pausa. Analizar la situación con perspectiva y reflexionar sobre el punto en que se encuentra cada persona es uno de los beneficios de tomarse este tiempo.

una ilustración de una pareja discutiendo
  1. Alicia Cruz Acal

Solo los amantes de Friends pillarán la referencia: no hay tiempo más famoso que una pareja se ha dado que el de Ross y Rachel. Más de 20 años después de la mítica serie televisiva, el debate de si ese break era realmente un break (él defendía que sí para justificar que se hubiera acostado con otra mujer y ella sostenía que eso no era excusa y que se trataba de una infidelidad) sigue vivo. Sea como fuere, el episodio vivido por ambos personajes es el que viven, sin comedia de por medio, muchas parejas. 

Darse un tiempo, es decir, hacer una pausa en la relación. ¿Cuándo puede ser recomendable? “Cuando hay un bloqueo en el que la pareja se está haciendo más mal que bien juntos y siente que no puede resolver una situación porque están demasiado encima el uno del otro y de una forma acuciante”, responde a CuídatePlus el psicoterapeuta y sexólogo Raúl Padilla, quien añade que tomarse un tiempo es también “tomar distancia”, de manera que “al ver las cosas con perspectiva, se puedan analizar mejor”. 

Así, el experto define esta pausa como una especie de “mejor echarnos de menos, que echarnos de más”. En este sentido, “hay veces que estamos desacompasados o asincrónicos y necesitamos dejar de estar en contacto para volver a encajar como si fuéramos una cremallera”. 

Cuando se produce una separación temporal de la pareja, el experto señala que el principal beneficio emocional es que se reduce la intensidad de la emoción: “Hay un enfriamiento y una ralentización de la misma”. En este punto, Padilla insiste en la importancia de ver todo con perspectiva y desde una dimensión correcta, “no como cuando estamos encima, que a lo mejor el león es demasiado grande y luego realmente se trata de un gatito”.

Por otra parte, el especialista indica que se reduce la sensación de hartazgo del otro, es decir, disminuye la percepción de la otra persona como “alguien que tiene una función y una actitud con respecto a ti”, viéndola, por tanto, “desde el recuerdo”. Pueden ocurrir entonces dos situaciones: “Que sea un recuerdo bueno con lo que se echa de menos o un recuerdo malo con lo que echas de más”. 

La infidelidad, el riesgo de la pausa en la relación

ruptura de pareja

La comunicación en la pareja no debe faltar durante el tiempo que ambas personas se den. (Foto: Shutterstock)

El efecto negativo más común de esta decisión en una relación es la infidelidad. Según Padilla, “es el hecho de considerar que ese tiempo que hay para pensar en la pareja se puede utilizar para probar con otras personas para ver si hay una alternativa verdadera a la pareja que está en crisis”.  

El psicoterapeuta recuerda que siempre que la pareja necesita un “descanso”, este surge de un momento de crisis: “Bien puede ser usado para trabajar en volver a encontrarse con la pareja o bien para recuperarse como individuo y recuperar la felicidad en otros brazos”.

Claves para que el ‘break’ funcione

Es importante no perder “nunca de vista la naturaleza de la separación, de por qué nos separamos y para qué nos separamos”, recalca Padilla, quien agrega que tampoco hay que olvidar a la pareja, es decir, tener en mente “qué significa tener una vida en solitario al margen de la misma y reevaluar nuestra situación en pareja cuando pase ese tiempo para poder decidir dónde estamos y si seguimos”. 

Asimismo, el especialista subraya que la comunicación entre ambos miembros durante este proceso es necesaria. “No va a ser la comunicación que teníamos cuando estábamos juntos, pero tampoco puede desaparecer. La persona debe saber más o menos en qué punto se encuentra la otra parte”, explica. En cuanto al tiempo, este debe ser determinado, no sin medida y en el que ambos “estén más o menos de acuerdo”. 

Señales de que no es un tiempo, sino una ruptura definitiva

El síntoma principal de que una relación no necesita un tiempo, sino una ruptura definitiva es, según Padilla, que la separación se viva de una forma liberadora y que pensar en volver a hablar se vea como algo que oprime, “que nos aprieta y que nos ahoga”. 

“Cuando en lugar de echarnos de menos, estamos liberados y pensando en lo bien que estamos, igual es que esa libertad debería ser permanente y no sólo temporal”, concluye el experto. 

Fuente: cuidate plus