¿Por qué eres incapaz de disfrutar de la soledad?
La necesidad de buscar compañía de forma constante revela una incapacidad de estar solo. Esto puede deberse a experiencias vitales de inseguridad durante la infancia.

Rellena de colorines y recuadros, hay personas que no se permiten dejar un solo hueco en blanco en su agenda. Más allá de la alegría que les supone satisfacer su necesidad constante de hacer planes, estas hojas atestadas de anotaciones pueden revelar algo no muy bueno: el miedo a la soledad, la incapacidad de disfrutar de uno mismo.
“Existen ciertos factores psicológicos que hacen que haya personas que no pueden estar solas”, afirma a CuídatePlus Diana Sánchez, fundadora y directora de Psicólogas en Torrelodones. En este sentido, la experta apunta a una causa principal: un estilo de apego ansioso, que implica que “durante la infancia, estos individuos experimentaron vivencias de inseguridad con sus padres o cuidadores. Se calmaban, pero de una forma ansiosa y no saludable, que sería desde la calma”.
Este patrón desarrolla en la vida adulta la intolerancia a la soledad. “Se activan las mismas sensaciones de abandono, un abandono muy primario”, resalta la experta, quien añade que alguien con un apego sano puede percibir que, aunque esté solo por cualquier motivo (por ejemplo, se ha mudado a otro lugar), sabe que sus seres queridos están ahí. “El problema de alguien con un apego ansioso es que cree que el mundo es un lugar inseguro si no está con la gente querida o arropado”, insiste la psicóloga.
¿Persona sociable o que huye de la soledad?

Alguien que huye de la soledad puede sentir síntomas de ansiedad ante la soledad. (Foto: Shutterstock)
Una persona sociable es alguien que se relaciona bien y que le gusta estar rodeado de gente, “pero también puede permitirse en momentos de su vida no quedar con nadie, no tener pareja o incluso disfrutar de estar solo de la misma manera que disfruta estando en compañía”, declara Sánchez.
No obstante, alguien que huye de la soledad puede sentir síntomas de ansiedad cuando se encuentra solo: “Se agobia, empieza a darle vueltas a cosas malas, se preocupa. De ahí viene la necesidad de buscar compañía, incluso en personas que no le hacen bien, por ejemplo, en parejas que no le ayudan o en amigos que no le benefician”.
Por otra parte, las relaciones de esta persona se van a ver afectadas por este problema. “Si está en pareja y tiene algún apego ansioso, va a querer estar todo el rato con ella o escribiéndole”, ejemplifica. De esta manera, esto va a suponer vivir una vida condicionada a la necesidad de estar siempre rodeado de personas. Un ejemplo más: “Si le proponen a este tipo de personas un cambio de trabajo, un ascenso o algo que podría mejorar sustancialmente su vida, si no tiene pareja o alguien que le arrope, no lo va aceptar. Por tanto, también se produce una merma en su vida profesional”.
Consejos para disfrutar de la soledad
A la hora de buscar estrategias que permitan poder pasar tiempo a solas sin que esto suponga un problema, resulta complicado encontrarlas “cuando hablamos de que se trata de un estilo de apego” que se ha desarrollado como consecuencia de las experiencias vitales de la infancia.
Sin embargo, continúa Sánchez, lo que sí le vendría bien seguramente a todo el mundo es empezar poco a poco a encontrar sus momentos de soledad y, si se empieza a dar vueltas a las cosas, enfocarse en tareas como mindfulness o en técnicas de relajación puede ser una buena idea.
Por último, en el caso de que este patrón llegue a extremos, la psicóloga consultada recomienda pedir ayuda y hacer terapia: “Lo que está claro es que estar siempre acompañado puede estar bien, pero necesitar compañía puede ser algo patológico porque podemos estar con personas que no nos hacen bien”.
Fuente: Cuidateplus