Usar lentes de mala calidad puede ser perjudicial para la vista. Dos expertos explican los riesgos de los rayos UV y cómo cuidar la visión.

Un accesorio infaltable, que para muchas personas puede ser un elemento estético, pero que son necesarios para proteger la salud. A la hora de adquirir lentes de sol, muchas son las inquietudes que aparecen. ¿Es el precio es garantía de calidad? ¿Los más oscuros protegen más? ¿Deben ser polarizados? ¿Cómo saber si los que adquirimos son buenos?

Dos expertos despejan a continuación algunas de las típicas dudas que suelen aparecer, para saber cuáles deberíamos elegir de acuerdo a condiciones personales y tipos de uso.

Por qué debemos cuidar los ojos

Lo primero a resaltar es la importancia de proteger los ojos, sobre todo de los rayos UVA, un tipo de rayos ultravioleta (UV).

“Dentro de la energía radiante que emite el sol, están los rayos UV, que no se pueden ver. Hay tres tipos de radiación UV: UVC, UVB y UVA. La capa de ozono absorbe el 100% de la UVC y 90% de la UVB, pero una mínima cantidad de la UVA”, explica Germán Bianchi, médico oftalmólogo jefe de transplante de córnea de Clínica Nano.

Y agrega: “Además, la capa de ozono está afectada. Por lo tanto, según la intensidad y tiempo de exposición, los rayos UV pueden producir envejecimiento celular prematuro y un proceso llamado carcinogénesis (induce la aparición del cáncer)”, advierte.Los lentes deben bloquear el ingreso de radiación al ojo, pero permitir el acceso de la energía lumínica necesaria para ver. Foto Shutterstock.

Los lentes deben bloquear el ingreso de radiación al ojo, pero permitir el acceso de la energía lumínica necesaria para ver. Foto Shutterstock.

En esta dirección, alerta sobre la mayor amenaza: el melanoma que “además de aparecer en la piel, puede surgir en el ojo. Es un tumor maligno, que puede generar metástasis y es potencialmente mortal. Y, si bien hay diferentes factores de riesgo, la exposición al sol es la principal, tanto sea para su aparición y desarrollo en la piel, como en los ojos”, precisa Bianchi.

Sin embargo, relata que sin llegar a ese extremo, el sol puede conducir a alteraciones “menos catastróficas”, según sus palabras, “tanto en la superficie ocular (irritación sequedad, queratitis, fotofobia) como en el cristalino (progresión de las cataratas) y en el fondo de ojos (retinopatías asociadas o exacerbadas por el sol)”, enumera.

Por su parte, Federico Basbus, médico de la División Oftalmología del Hospital de Clínicas, afirma: “Las diferentes ondas ultravioleta que emana del sol puede generar daños directos a la estructura celular, lo que conocemos como maculopatía solar que es la primera lesión que causan este tipo de lentes”, destaca.

Por otro lado, más allá de los riesgos de los rayos UV, a muchas personas les molesta la intensidad de luz en exceso, que limita la visión.

“Esto se denomina fotofobia, y será muy variable según aspectos personales como, por ejemplo, el grosor de las cejas, el largo de las pestañas, el color del iris, la edad y el estado de los distintos medios de protección ocular naturales como la capa lagrimal, el estado del cristalino y de la retina”, agrega Bianchi.

La importancia de que sean de calidad

Uno de los problemas centrales de usar anteojos de sol de mala calidad, es que el ojo queda, aunque suene paradójico, más expuesto a los rayos solares.

Así lo explica Basbus: “Los anteojos oscuros provocan la dilatación de la pupila (que en condiciones de oscuridad se agranda)”, indica.Comprarlos en una óptica es una manera de garantizarse que los lentes sean de calidad. Foto Shutterstock.

Comprarlos en una óptica es una manera de garantizarse que los lentes sean de calidad. Foto Shutterstock.

Y añade: “ La pupila es la puerta de entrada de la luz al ojo, lo que quiere decir que van a estar entrando más rayos ultravioletas, y si los filtros son de mala calidad y no logran filtrar la luz, provocan que entre una mayor cantidad de rayos y se genere mayor lesión de la célula de la mácula”, asevera el profesional.

Cómo elegir los adecuados

1- ¿Son mejores los más caros?

El precio de los lentes no implica necesariamente calidad. De hecho, existen opciones de excelente calidad y un precio no tan elevado, y por el contrario, lentes carísimos que no protegen correctamente.

La mejor forma de garantizarnos la calidad es el lugar en donde los adquirimos, que no deben ser en puestos de la calle ni en negocios de mercadería genérica.

“Los anteojos deberían comprarse siempre en una óptica, para tener la seguridad de que compramos lo que dice, porque muchos vienen con un sticker que indican que tiene protección de rayos UV, pero si es comprado en una óptica sabemos que eso está garantizado”, sugiere Bianchi.

Como explica Claudio Daniel, óptico técnico encargado de un local de Multiópticas, quienes atienden en este tipo de comercios son profesionales que además de garantizar la calidad del lente incluso pueden asesorar a la persona sobre el tipo de filtros que conviene adquirir: «Podemos demostrar qué cantidad de filtro tiene cada cristal», esboza.

2- ¿Cuánto más oscuros, mejor?

Nada de eso. “La coloración, el grado de oscuridad de un lente, no garantiza que realmente proteja contra los rayos UV”, indica Bianchi.

“Los anteojos de sol no deben disminuir la calidad ni cantidad visual, ni deben facilitar el desarrollo de alguna enfermedad ocular, sino bloquear el ingreso de radiación al ojo, pero permitir el acceso de la energía lumínica necesaria para ver, mediante filtros”, destaca Bianchi.

“Un anteojo que tenga protección UV puede ser hasta transparente. En realidad, cuanto menos oscuro sea más pueden usarse, porque un anteojo demasiado oscuro en un día nublado no te resulta tan cómodo como uno que sea más claro y tenga protección UV”, agrega.

Por eso, aclara que “los anteojos de sol podrán bloquear entre 99 a 100% los rayos UV. Y respecto de su mayor o menor oscuridad, se ha establecido que la transmitancia a la luz no podrá reducir más del 8% para no afectar la capacidad visual, por ejemplo, al conducir e ingresar a un túnel oscuro durante un día soleado”.Hay diferentes grados de filtros ultravioleta para distintas categorías de exposición a la luz solar. Foto Shutterstock.

Hay diferentes grados de filtros ultravioleta para distintas categorías de exposición a la luz solar. Foto Shutterstock.

Para conducir, por ejemplo, suelen recomendarse los de color marrón o amarillo, que dejan ver los contrastes necesarios para manejar. Las personas con fotofobia deberían elegir los más oscuros.

3- ¿Deben ser polarizados?

Eso depende de las necesidades de la persona que los adquiera. “El polarizado es un tratamiento que se les hace a los anteojos para desviar la luz y que no moleste a la visión, por ejemplo cuando vamos en la ruta y nos molesta el brillo del agua. No es que protege mejor, sino que hace que no moleste el resplandor”, indica Bianchi.

Suele recomendarse para personas que tienen fotofobia.

4- ¿Debemos usar los mismos anteojos en todas las situaciones?

Si bien las personas suelen tener un par de lentes para el sol, lo cierto es que no se necesitará la misma protección para estar todo el día al sol, que para manejar, por ejemplo.

“Hay diferentes grados de filtros ultravioleta para diferentes categorías de exposición a la luz solar porque no es lo mismo la exposición en una ciudad, una playa o incluso en la nieve”, indica Basbus.

“Los filtros se clasifican en nivel bajo, medio y alto según su capacidad de absorber la luz molesta. Utilizar un filtro inadecuado para la actividad que se realiza, puede provocar dificultades en la visión. Por ejemplo, si se usan lentes con un filtro de luz alto para conducir en la noche», agrega Babis.

A la inversa, «si los anteojos de quienes están en la nieve tienen un filtro de absorción baja pueden causar queratitis, cataratas o lesiones en la retina”, añade.

5- ¿Debe influir el color de ojos en nuestra elección?

Sí, y por eso es importante consultar. Ya sea que nuestros ojos son más claros o más oscuros, o dependiendo de la actividad que estemos desarrollando y, por supuesto, si llegase a existir alguna patología ocular.

«Por ejemplo: si tenemos los ojos más claros, debemos utilizar lentes de una tonalidad más oscura para que logren filtrar mejor la luz. Los filtros de colores sepia suelen ser una buena opción tanto para ojos claros como oscuros ya que logran resaltar muy bien los contrastes», indica Basbus.

6- ¿Cómo saber si los que compramos son buenos?

“No hay una forma casera de darse cuenta de eso. Y es fundamental hacer la consulta oftalmológica anual para conocer si los ojos tienen algún requerimiento en especial y así adquirir los anteojos apropiados, en una óptica autorizada, en donde se pueda medir y garantizar que tienen el filtro adecuado y, junto con el médico, escoger los más indicados para cada uno y cada situación”, cierra Bianchi.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/anteojos-sol-da-mismo-6-consejos-elegir-indicados-vos_0_Q7CXHjla0X.html