Sostener la actividad física a lo largo del tiempo puede resultar todo un desafío. Las claves de la ultramaratonista Sofía Cantilo.

Terminan las vacaciones, comienza «formalmente» el 2023, y con él, las oportunidades para cumplir varios de los objetivos que muchas personas se proponen en sus balances findeañeros.

Y si bien se sabe que el sedentarismo es una de las principales cuestiones a combatir, también es sabido que no resulta nada fácil. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel global, 1 de cada 4 adultos y 4 de cada 5 adolescentes no alcanza los niveles de actividad física recomendados.

A su vez, señalan que las personas sedentarias tienen un 20% a 30% más de riesgo de muerte en comparación con quienes realizan ejercicio.

En este sentido, la OMS indica que, de no realizar actividad física, se incrementa no solo la mortalidad por cualquier causa, sino también por enfermedades cardiovasculares, por cáncer y diabetes de tipo 2.

No cabe duda entonces de que dejar atrás el sedentarismo no solo es recomendable, sino también necesario. La pregunta es cómo. Teniendo en cuenta que correr es una de las actividades físicas más accesibles (no requiere pagar una cuota mensual, contratar instructores o atarse a horarios), algunos consejos pueden servir a la hora de comenzar.

La ultramaratonista Sofía Cantilo sabe lo que es arrancar a correr desde cero: hasta los 24 años no solo no hacía ejercicio físico, sino que además llevaba a cabo un estilo de vida muy poco saludable.

Sin embargo, paulatinamente fue incrementando su resistencia, y comenzó con una carrera de 5 km, para luego subir la apuesta y participar de un trail de 42 km en Villa La Angostura, llegando a recorrer más de 100 km y participando en las ultramaratones más importantes del mundo.

Al describir cuáles son las principales dificultades a la hora de comenzar a realizar esta actividad, Sofía es categórica y menciona, en primer lugar, a los «trucos de la mente», que pueden llevarnos a creer que no vale la pena continuar o que estamos cansados, cuando en realidad podemos dar más.

Suma, entre los obstáculos, al bajo conocimiento del cuerpo en movimiento, la falta de disciplina y el «todo o nada» o analizar todo en términos de «blanco o negro».

En todos los casos, estos son sus consejos para levantar esas barreras que nos limitan a la hora de empezar a correr.

1- Caminar-correr: metodología del intervalo

Por más que uno sienta que puede darlo todo, en el comienzo Cantilo recomienda enfáticamente ir de a poco. Esto quiere decir que debemos ir incrementando la cantidad de tiempo que corremos de manera paulatina. Incluso si se tiene un buen estado físico o ya se viene entrenando.

«La progresión es la clave. Aunque vengas de realizar otra actividad, el cuerpo se mueve diferente y tiene que acomodarse de a poco», subraya.

En este sentido, explica que la mejor manera de empezar a correr es mediante la conocida metodología por intervalos. «Corriendo y caminando. Eventualmente, los tiempos de caminata van a ser cada vez más cortos, hasta desaparecer.»

Y agrega: «Podés ir poniendo intervalos de mayor intensidad en tus momentos de trote, para exigir a tus músculos, estimular las fibras rápidas y tu capacidad cardiovascular».

2- Ser disciplinados

Cantilo reconoce que esta palabra goza de muy mala fama. Sin embargo, es clave a la hora de comenzar a correr, ya que no siempre están las ganas.

«Tenemos que dejar de romantizar lo que implica salir a correr: las ganas y la motivación desaparecen, y lo único que perdura es la disciplina», admite.

En esta dirección, la perseverancia y el compromiso, una vez que se tomó la decisión de comenzar, son los estímulos que deben permanecer cuando prima el desgano, algo que puede llegar a ocurrir seguido.

3- Hacer poco es mejor que no hacer nada

Las obligaciones de la vida diaria suelen ser más de las que podemos abarcar, y muchas veces es cierto que no nos queda tiempo libre de trabajo, compromisos domésticos y/o familiares.

Por eso, Cantilo recomienda ser flexibles, y no apostar a un «todo o nada» que puede en realidad terminar perjudicándonos.

«Es mejor hacer poco, que no hacer nada», destaca, y añade: «Cuando no tenés tanto tiempo, salí al menos un ratito. No dejes que tu cabeza te convenza con excusas».

Por otro lado, destaca que muchas veces, incluso, «menos es más, y es clave respetar el descanso que el cuerpo necesita».

4- Aprender a escucharse

Una de las cuestiones más importantes es escuchar al propio cuerpo, conocerse. Y eso es algo que no viene dado, sino que se aprende.

Cantilo insiste en que la cabeza puede llegar a jugar muchos trucos, y puede hacernos creer que no podemos más, en ocasiones en que sí podemos.

«Lo más importante es aprender a conocer al propio cuerpo, aprender qué significa cada cosa que vas sintiendo: desde tus pies hasta tu respiración», explica.

«Ahí vas a empezar a advertir muy bien cada detalle y eso es que lo que te va a permitir darte cuenta cuando realmente estás cansado, o cuando tu mente te empieza a decir que estás cansado porque te da fiaca».

¿Cómo se adquiere esta suerte de autoconocimiento? En la práctica misma, y la escucha atenta, es donde vamos a aprender a tener un registro del propio cuerpo. «Correr es lo que te va a dar ese conocimiento, sobre todo al principio, debés estar muy atento a cada sensación», cierra.

Fuente; https://www.clarin.com/buena-vida/-queres-correr-sabes-empezar-4-consejos-runner_0_OdlIEhVCtP.html