Gabriel Bastidas, urólogo: “El hombre no busca un aumento de tamaño a cualquier precio; lo que exige es armonía y discreción”

Mejorar la estética genital masculina es una tendencia en alza entre los hombres. Uno de los procedimientos más demandados es el alargamiento y engrosamiento de pene. Los expertos te cuentan en qué consisten

Isabel Gallardo Ponce

El tamaño muchas veces es motivo de preocupación para los hombres y cada vez se demandan más tratamientos que se ocupen no sólo de la longitud sino también de su grosor. En internet se pueden encontrar desde masajes como el jelquing, popular en países orientales, donde se recomienda realizar masajes o colgar pesos para producir un alargamiento, hasta otros utensilios, como alargadores, bombas de vacío o pastillas… Todos ellos sin evidencia científica.

La masculinidad sigue ligada al pene y a su tamaño, según explica a Cuídate Plus Gabriel Bastidas, miembro del Grupo de Trabajo de Nefrourología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), y y fundador de Androclinic. “Si el pene es más grande se es más hombre”, es el pensamiento generalizado; y esto ocurre en todas las edades y preferencias sexuales. De hecho, se ha producido un aumento de la demanda de engrosamiento y alargamiento del pene en lo que a estética genital masculina se refiere.

¿Cuál es el tamaño medio del pene?

En cuanto a la longitud habitual, François Peinado, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, explica que el tamaño del pene se asocia con la virilidad en la sociedad moderna y, muy especialmente, en el cine. Según él, de media el tamaño del pene en flacidez oscila entre los 8 y los 13 centímetros y en erección entre los 13 y los 18 centímetros.

No obstante, Bastidas apunta que en la actualidad, además de la longitud, es “el engrosamiento lo que más preocupa a los hombres. Muchos están contentos con la erección pero les preocupa el aspecto en flacidez. Esto ocurre con más frecuencia en deportistas, por la comparación con otros”, explica Bastidas.

Estética genital masculina

Cada día es más habitual, por tanto, desear que aumente el tamaño y el grosor. “El paciente masculino no busca un aumento de tamaño a cualquier precio; lo que exige es armonía, naturalidad y discreción. Quieren que la mejoría se integre estéticamente en su cuerpo. Desean una mayor presencia visual en flacidez y un incremento volumétrico circunferencial que sea uniforme desde la base hasta el glande. En resumen: resultados notables, pero que pasen desapercibidos. La calidad del resultado es tan importante como la seguridad de la técnica”, apunta Bastidas.

Tratamientos disponibles

En la búsqueda de un pene de mayor tamaño o grosor existen diferentes opciones. En el caso del engrosamiento se pueden realizar las siguientes intervenciones:

Ácido hialurónico.
Grasa autóloga (lipotransferencia o lipofilling).
Hidroxiapatita de calcio.
Injertos dérmicos o fasciocutáneos.
Implantes sintéticos o de silicona.

Y en el caso del alargamiento se puede optar, siempre que lo recomiende un especialista, igual que en el caso anterior, estas opciones médicas:

Sección del ligamento suspensorio del pene.
Plastia del pubis o liposucción suprapúbica.
Colgajos o injertos para elongación avanzada.

Función o apariencia

Cuando se busca aumentar el tamaño del pene y su grosor lo cierto es que lo que se puede conseguir es que parezca que tiene un mayor volumen “Buscamos que el pene, tanto en reposo como en erección, tenga un look más robusto, equilibrado y, sobre todo, proporcional al cuerpo del paciente”, explica Bastidas. Entre las técnicas que se pueden solicitar, el uso de ácido hialurónico en planos anatómicos específicos permite obtener una expansión volumétrica tridimensional, “que se siente totalmente natural al tacto, ya que es suave y no pétreo, y asegura una distribución perfectamente uniforme y simétrica”.

(Ilustración: Miguel Santamarina)

De esta manera, según explica el experto, aunque el engrosamiento es estético, muchos hombres experimentan un efecto funcional indirecto. “Al aumentar el volumen, se modifica la dinámica sensorial. Para algunos, esto se traduce en una mayor satisfacción en las relaciones debido a la plenitud que proporciona ese diámetro mayor. No obstante,la principal meta es la satisfacción psicoestética, así que la mejora de la función es un bonus bienvenido”.

Aumento de la autoestima

El hecho es que aumentar el tamaño o el grosor del pene se traduce en un aumento de la autoestima sin ninguna duda. “Entender el impacto de la estética genital en el hombre es ir más allá de la vanidad. Para muchos, las preocupaciones sobre el tamaño o la forma se asocian al llamado a la dismorfia corporal genital” o a la preocupación por tener un pene más pequeño de lo normal. De esta forma, al realizar tratamientos se produce un aumento en la mejora de la calidad de vida y la autoestima. “El paciente se siente más seguro en el vestuario, en la intimidad y, de forma indirecta, en su vida profesional y social. En esencia, no solo estamos engrosando un órgano, estamos reforzando la seguridad psicológica del paciente. Para mí, este es el resultado más valioso de la medicina estética genital moderna”, apunta Bastidas.

Fuente: Cuidate Plus