No es un fármaco ni un suplemento Los neurólogos advierten: la mayoría de los remedios que se utilizan para tratar el insomnio no están avalados por la ciencia y muchos de ellos pueden ser perjudiciales. No obstante, se dispone de tratamientos altamente eficaces, que deben ser pautados por el médico tras un diagnóstico correcto.

María Sánchez-Monge

El insomnio consiste, según expone la Sociedad Española de Neurología (SEN), en una dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo -o bien despertarse antes de lo deseado- a pesar de tener la oportunidad de dormir. Constituye uno de los trastornos del sueño más frecuentes en la población general y se calcula que hasta un 15% de los adultos lo padece de forma crónica, con el consiguiente impacto significativo en la calidad de vida y en el rendimiento laboral. Además, aumenta el riesgo de desarrollar otras enfermedades, como depresión, ansiedad, hipertensión arterial o diabetes.

Si se tienen en cuenta todas las consecuencias negativas del insomnio, no es de extrañar que las personas que lo padecen intenten solucionarlo a toda costa. Pero la SEN advierte sobre los riesgos de probar supuestos remedios sin un adecuado asesoramiento médico. “Aunque resulta positivo que aumente el interés por la importancia del sueño y por las medidas destinadas a mejorarlo, cada vez es más frecuente encontrar afirmaciones categóricas y propuestas que carecen de validez científica, ofreciendo en muchos casos soluciones falsas o sin validez médica”, avisa Celia García Malo, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.

Lo que no funciona frente al insomnio

Los neurólogos de la SEN aseveran que el insomnio requiere siempre un “abordaje diagnóstico y terapéutico riguroso”. El floreciente mercado de productos milagro representa, según esta sociedad científica, un gasto económico que, además, puede afectar a la salud de forma directa e indirecta, al generar frustración por no obtener los resultados esperados, retrasar la búsqueda de ayuda médica y, en ocasiones, empeorar los síntomas del trastorno y favorecer su cronificación.

Entre los productos milagro que no funcionan para hacer frente al insomnio, los expertos de la SEN citan los siguientes:

Suplementos y pastillas que se presentan como naturales.
Aerosoles.
Infusiones.
Almohadas especiales.
Antifaces con tecnología incorporada.
Aplicaciones de meditación.
Dispositivos electrónicos.
Gafas con filtros de luz.
Lámparas de colores.
Retiros de fin de semana orientados a curar el insomnio.

“La realidad es que ninguno de estos productos ha demostrado eficacia en el tratamiento de este trastorno”, expone García Malo. “Se trata de una industria con un gran poder de marketing que busca su nicho entre quienes sufren este problema de salud”. Según los últimos datos de los que dispone la SEN, solo la venta en farmacias de remedios para dormir sin receta supuso en el año 2022 en España un mercado superior a los 130 millones de euros.

El mejor tratamiento, según la SEN

La SEN subraya que el insomnio es una entidad clínica compleja y, por lo tanto, es importante acudir a profesionales de la salud capacitados para un correcto diagnóstico y tratamiento. En definitiva, es el médico quien debe profundizar en conocer sus causas para, en función de lo que aprecie, pautar un tratamiento u otro. Según la SEN, en ciertas ocasiones pueden subyacer otros trastornos del sueño que requieren terapias específicas, como la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas o los trastornos del ritmo circadiano.

(Foto: Shutterstock)

Una vez confirmado el diagnóstico de insomnio, la terapia cognitivo-conductual (TCC) constituye la primera elección. “Son muchos los pacientes con insomnio que pueden ser candidatos para recibir este tratamiento y se trata de una intervención dirigida a restablecer un patrón de sueño normal”, indica García Malo, quien puntualiza que este tratamiento “no se limita a simples pautas de higiene del sueño, sino que requiere una evaluación individualizada, ya que cada persona tiene características y necesidades particulares”. La experta se lamenta de que, hoy por hoy, todavía son muchos los pacientes que no tienen acceso a esta terapia.

En determinados casos también puede ser necesario recurrir a tratamiento farmacológico, pero siempre bajo supervisión médica. “Lo que está claro es que el insomnio no se resuelve con soluciones rápidas ni productos milagro”, concluye Ana Fernández Arcos, secretaria del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la SEN.

Fuente: cuidateplus