La dieta de la sopa es una de aquellas dietas milagro que prometen grandes resultados en poco tiempo. Sin embargo, los expertos coinciden en que este régimen no tiene beneficio ninguno para la salud y advierten de sus efectos adversos.

En la carrera por perder peso, se han popularizado numerosas dietas que persiguen tal objetivo. Eso sí, aunque quien las lleve a cabo consigue adelgazar, no todas terminan de ser beneficiosas para la salud ni son recomendadas por los nutricionistas. Entre estos regímenes de adelgazamiento, hay uno que ha cobrado especial interés en los últimos años. Conocida como la dieta de la sopa, “propone seguir una alimentación a base de sopa de determinadas hortalizas como el repollo (a veces acompañada de otros alimentos con muy bajo aporte energético) durante un número de días variable”, define Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos. 

La especialista señala que “hay tantos tipos de esta dieta como podamos inventar porque no es una pauta descrita científicamente ni recogida en ninguna guía de práctica clínica”. Eso sí, Mónica Herrero, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, aclara que esta dieta de la sopa puede estar basada solo en la ingesta de este alimento o, además de caldos, en el consumo de zumos y gazpachos. “Alguna vez también se permiten cremas o que las sopas lleven algo de verduras, pero básicamente es una dieta de líquidos”, añade Herrero. Por tanto, los alimentos sólidos quedan excluidos de este régimen. 

La que también es vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón explica que, en realidad, se trata de una dieta milagro: “Promete resultados ‘rápidos’ y ‘mágicos’. Prohíbe el consumo de un alimento o grupo de alimentos, los clasifica en ‘buenos’ y ‘malos, y exagera la realidad científica de un nutriente”. 

¿Por qué no es beneficiosa para la salud?

La dieta de la sopa es un régimen con muy poco aporte calórico. Por ello, pretende que en un corto periodo de tiempo logremos perder peso. No obstante, las expertas consultadas por CuídatePlus coinciden en que el seguimiento de esta dieta no cuenta con ningún beneficio para nuestro organismo. “Los efectos adversos son mucho mayores, se puede tener a largo plazo problemas graves de salud”, afirma Herrero.

De esta forma, Robles subraya que la dieta de la sopa no activa el metabolismo, ni ayuda a adelgazar, ni mejora nuestra composición corporal. Nutricionalmente, la dietista manifiesta que, en realidad, esta alimentación propone estar bebiendo agua durante una semana. “Las sopas y caldos son básicamente agua con una pequeñísima cantidad de nutrientes disueltos en ella, por lo que no sirven para cubrir nuestros requerimientos nutricionales”, advierte. 

Asimismo, Robles recuerda que esta dieta es como estar una semana casi en ayuno, por lo que el peso que podamos perder probablemente sea por una pérdida de agua y masa muscular, “justo lo contrario de lo que queremos cuando pautamos una dieta para adelgazar en la que el objetivo es perder grasa y mantener la masa muscular”. Además, señala que el peso perdido se recuperará en poco tiempo y que, incluso, probablemente subirá: “Al perder masa muscular nuestro metabolismo basal (la energía que consumimos solo para mantenernos con vida) va a bajar y, por lo tanto, quemaremos menos calorías”. 

Por su parte, Carmen Aragón, miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), expone que al ser dietas nutricionalmente incompletas, se requiere de la suplementación de micronutrientes (vitaminas y minerales). “En general, se necesitan estudios más rigurosos y a largo plazo para confirmar los posibles beneficios de este plato en la pérdida de peso”, agrega. 

Efectos secundarios

Si la dieta de la sopa se sigue durante un plazo breve, los efectos, según Robles, serían los mismos que si hiciéramos un ayuno: fatiga, cansancio, mareos o malestar general. En caso de que se practique un largo tiempo, puede conllevar consecuencias más graves derivadas del déficit nutricional. 

“Puede provocar problemas de salud, como puede ser un déficit de vitaminas o minerales, bajadas de tensión o azúcar”, alerta Herrero, quien recomienda únicamente seguir un régimen así cuando “necesitemos hacer una dieta a líquidos porque, por ejemplo, tengamos algún problema digestivo como la gastroenteritis”. 

Cómo introducir la sopa en nuestra dieta

La sopa, tal y como asegura Herrero, puede ser un plato muy nutritivo y versátil, “siempre acompañado con otros alimentos, como primer plato o como acompañamiento”. La especialista recomienda que este alimento debe incluirse dentro de una dieta variada y equilibrada. 

Por último, Robles expresa que hay que procurar que la sopa no lleve mucha sal. “Como apunte para escoger bien, los caldos que se venden listos para tomar tienen un contenido muy variable, entre 0,7 y 2 g de sal por cada 100 ml. Deberíamos escoger los que tengan como mucho 0,7-0,8 g sal / 100 ml”, concluye.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/nutricion/2022/05/31/dieta-sopa-sirve-realmente-adelgazar-179819.html