Vaciar nuestra mente de pensamiento

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La ciencia empieza a desvelar qué sucede en el cerebro cuando nos quedamos en blanco o decidimos vaciar nuestra mente de pensamientos. Un equipo de científicos revisa lo que se sabe hasta la fecha sobre este fenómeno tan común y desconcertante.

Quedarse en blanco
  1. María Sánchez-Monge

Quedarse en blanco o dejar de pensar es una experiencia muy común. Mientras estamos despiertos, nuestros pensamientos abarcan contenidos muy diversos y no dejan de fluir. Sin embargo, hay momentos en los que, al menos aparentemente, nuestra mente se vacía totalmente. ¿Qué sucede en el cerebro en estos casos? ¿Hay circunstancias personales o enfermedades que lleven a que algunas personas tengan más momentos de inactividad mental? Un equipo de neurocientíficos y filósofos recopila lo que se sabe sobre este fenómeno en un artículo que se acaba de publicar en la revista Trends in Cognitive Sciences.

Los investigadores advierten: “Aún no está claro qué significan estos espacios en blanco”. En cualquier caso, es algo que se ha investigado de forma bastante profusa y son muchas las pistas que permiten hacer una aproximación bastante certera, aunque aún queden algunos misterios por desvelar.

“Hemos intentado comprender mejor qué es quedarse en blanco analizando 80 artículos de investigación relevantes, incluidos algunos propios en los que registramos la actividad cerebral de los participantes cuando informaban de que no estaban pensando en nada”, expone Athena Demertzi, de GIGA Research en la Universidad de Lieja (Bélgica).

Qué sucede en el cerebro y la consciencia

Estas son las principales conclusiones a las que han llegado los autores de la revisión sobre el significado de quedarse en blanco o poner la mente en blanco:

  • La frecuencia con la que tenemos o ponemos la mente en blanco varía mucho de una persona a otra, pero se estima que, en promedio, experimentamos este fenómeno entre el 5% y el 20% del tiempo
     
  • Las experiencias que comúnmente se definen como tener la mente en blanco o quedarse en blanco guardan relación con la atención, la memoria y el cese del diálogo interno, entre otras cuestiones. 
imagen 3D del cerebro
  • Los momentos en los que nos quedamos en blanco tienden a ocurrir al finalizar tareas que requieren una atención prolongada y sostenida, como los exámenes, así como en situaciones de falta de sueño o tras practicar ejercicio físico intenso, pero también se pueden considerar un estado típico de la vigilia.  
     
  • Los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) informan de que se quedan en blanco con mayor frecuencia que la población general. 
     
  • Quedarse en blanco forma parte de la descripción clínica del trastorno de ansiedad generalizada en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). También está especialmente presente en otros problemas de salud, como ictus, convulsiones, traumatismos craneoencefálicos o el síndrome de Kleine-Levin, cuyos afectados llegan a dormir hasta 20 horas al día. 
     
  • Los experimentos en los que se ha evaluado la actividad cerebral en estado de reposo utilizando tecnologías como la resonancia magnética funcional y la electroencefalografía muestran que hay firmas neuronales específicas en las redes frontal, temporal y visual del cerebro antes de un momento en blanco.  
     
  • Durante los estados de inactividad mental tras llevar a cabo tareas de atención sostenida, la frecuencia cardíaca y el tamaño de las pupilas disminuyen y el cerebro muestra una menor complejidad de señales; un estado que se observa típicamente en las personas inconscientes. Durante el estado de inactividad mental se aprecian, asimismo, interrupciones en el procesamiento sensorial y ondas electroencefalográficas lentas, similares a las del sueño. Los autores del artículo describen estos estados, en los que ciertas zonas del cerebro parecen dormidas, como episodios locales de sueño
     
  • Un aumento de la actividad neuronal en las regiones corticales posteriores del cerebro también puede provocar que la mente se quede en blanco, como sucede cuando el pensamiento de alta velocidad conduce a una función cognitiva más lenta. 
     
  • Cuando se instó a las personas a vaciar sus mentes de forma activa, los investigadores observaron desactivaciones en diversas regiones cerebrales.

Los investigadores aventuran que el factor común entre las diferentes formas de quedarse en blanco o vaciar la mente de pensamientos puede estar relacionado con cambios en los niveles de excitación cerebral, lo que conduce a una alteración del funcionamiento de mecanismos cognitivos clave como la memoria, el lenguaje o la atención.