Realizan la 30° cirugía pulmonar de alta complejidad en Hospital El Cruce

El Hospital de Alta Complejidad en Red El Cruce destacó hoy la realización de la trigésima cirugía de gran complejidad curativa para la hipertensión pulmonar en el establecimiento, que es el único hospital público que realiza este tipo de operaciones

Se trató de una tromboendarterectomía pulmonar, cirugía de suma complejidad para casos de Hipertensión Pulmonar Tromboembólica Crónica (Hptec).

Actualmente, el Hospital El Cruce es el único hospital público que realiza esta cirugía, que además practican sólo tres centros asistenciales privados.

Durante una conferencia de prensa realizada esta mañana, Ariel Saez de Guinoa, director ejecutivo del hospital, expresó que es «un logro porque esta cirugía se alcanza por este contexto de salud pública, en otros momentos no se podría haber hecho».

Asimismo, destacó el trabajo de los expertos y agradeció a los pacientes porque «sin ellos el hospital no sería nada».

El paciente número 30, Lucio, es un hombre de 54 años oriundo de Paraguay, pero radicado en la Argentina desde hace tres décadas, que había perdido su trabajo debido a la enfermedad que padecía desde hace cinco años y que había deteriorado «gravemente» su calidad de vida.

Según relató el hombre a sus médicos y personal del hospital, ya no podía siquiera caminar «una cuadra sin agitarse» y sentía falta de aire tan solo al bañarse, cambiarse e incluso «le costaba reír».

En su juventud, Lucio se consagró campeón nacional de boxeo, campeón de full contact y campeón de kick boxing.

Hoy está casado, tiene dos hijos y tres nietos y, tras 14 días del postoperatorio, fue dado de alta con el sueño de regresar a su casa «para poder desarrollar una vida normal», tras someterse a 8 horas de cirugía de alta complejidad, según se informó.

“Fue una cirugía que se realizó a corazón abierto. La cirugía consistió en extraer los trombos crónicos que con los años fueron depositándose en las arterias pulmonares y sus ramas, en ambos pulmones», explicó el cirujano cardiovascular Marcelo Nahin.

Lo que convierte a esta cirugía en un procedimiento «extremadamente complejo» es que, para extraer esos trombos adheridos, es necesario lograr «un campo sin sangre» que no obstruya la visión del cirujano.

Para lograrlo es necesario «realizar dos paros circulatorios de 20 minutos cada uno, uno por cada pulmón», que implica extraer «toda la sangre del paciente (5 litros aproximadamente)», mantenerla en el reservorio de la bomba de circulación extracorpórea y detener la máquina.

«Para poder realizar esto, y que el cerebro y los demás órganos, no sufran consecuencias severas por la falta de sangre, hay que enfriar primero al paciente y llevarlo a una situación conocida como hipotermia profunda», detalló Nahin.

Primero se trabaja en el pulmón derecho y luego en el izquierdo durante 40 minutos en los que «no hay circulación sanguínea por ningún órgano del cuerpo».

“Se trabaja en las arterias pulmonares, realizando una limpieza de esas arterias que justamente nacen en el corazón, y se liberan todas las obstrucciones que tiene el paciente, extrayéndose un trombo crónico con la forma del árbol arterial pulmonar”, indicó cirujano.

Además de Nahin, el equipo quirúrgico estuvo conformado por los cirujanos Alejandro Machain, Martin Girardi y Raúl Márquez; el anestesiólogo, Adolfo Lambertini; el perfusionista, Daniel Moyano; la instrumentadora Natalia Ayala, instrumentadora y la circulante, Silvia Jofre.

La compleja recuperación cardiovascular del paciente requirió la atención también del equipo de enfermeros, técnicos y kinesiólogos, entre otros profesionales.

Fuente: Télam