¿Te podés bañar después de comer?

¿Hay que esperar dos horas para bañarnos después de comer? ¿Qué pasa si me meto de golpe? Desde pequeños nos han hablado del corte de digestión y de los riesgos de zambullirse en agua fría si hace mucho calor fuera y hemos comido demasiado pero la realidad es que no existe. Te lo contamos.

¿Quién no ha oído hablar del corte de digestión? En verano, es habitual que los padres prohíban a sus hijos el baño, justo después de comer y esperar dos horas para meterse en el agua por miedo al llamado “corte de digestión”, pero ¿existe o es un mito? Como explica Marian García, farmacéutica y más conocida como Boticaria García, “no existe”. Lo que se conoce como corte de digestión “no es un problema digestivo sino algo más serio llamado síndrome de hidrocución”. Este síndrome es una especie de shock “que puede ocurrir en el cuerpo al entrar en contacto con agua muy fría de golpe”.
Después de haber tomado el sol, hacer ejercicio o tener una temperatura elevada.
Cuando el cuerpo entra en contacto con agua fría, se producen unos cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardiaca, que dan lugar a síntomas como malestar general, náuseas o debilidad. La disminución de la presión arterial puede producir incluso pérdida de conocimiento o un infarto. Si la persona está en el agua, se puede ahogar.
El shock aparece porque “se produce una vasoconstricción, esto es que se contraen los vasos sanguíneos, baja la frecuencia cardíaca y podemos llegar a perder el conocimiento”. Si esto nos pasa dentro del agua, “la probabilidad de ahogamiento aumenta”.
Además, al bañarnos “la frecuencia cardíaca se ralentiza, el corazón va más despacio y se contraen los vasos sanguíneos más pequeños”.
Si hacemos ejercicio físico intenso, correr, montar en bici o nadar, la sangre se desvía llevando mayor flujo a los músculos, de ahí que llegue menos sangre al estómago y se enlentece la digestión, se hace más lenta. De ahí que si comemos comidas muy abundantes, necesitemos más tiempo para hacer la digestión y evitar problemas.

Síntomas del síndrome de hidrocución
Es de gran importancia aprender a reconocer los síntomas de manera precoz, antes de que la caída de la tensión arterial tenga consecuencias graves. “Si una persona nota malestar o náuseas al entrar en el agua, es conveniente que salga y permanezca en reposo, mejor con las piernas en alto”, aconseja la especialista en endocrinología y nutrición. Además Bretón hace énfasis en la importancia de la ayuda sanitaria precoz, pues los casos graves requieren una intervención urgente con un protocolo específico.
Qué hacer
Sobre la recomendación o no de esperar 2 horas desde que hemos terminado de comer hasta zambullirnos en el agua, puede ser acertada sobre todo si hemos hecho una comida muy copiosa.
Hay que tener en cuenta que el proceso de digestión puede durar entre 30 minutos y varias horas, dependiendo de los alimentos que hayamos ingerido. Por ejemplo, los alimentos ricos en grasas o en azúcares tardan más en digerirse que los menos grasos o con más contenido en agua. Esto es así porque el estómago tiene que trabajar más para poder digerirlos y el proceso es más lento.
Si la persona no quiere esperar ese tiempo, a pesar de haber comido demasiado, de haber estado mucho tiempo al sol o de hacer ejercicio intenso, la recomendación es “entrar en el agua poco a poco, sumergiendo la cabeza en último lugar”. Mojándonos las muñecas y la nuca. De esta forma, el cuerpo se va enfriando poco a poco y se le da tiempo a la sangre a llegar donde debe cuando debe.
Fuente: cuidateplus