Los sucesos trascendentales como convertirse en padres o jubilarse interrumpen rutinas físicas, con un impacto en la salud del corazón.

Empezar un nuevo trabajo, mudarse, casarse, tener un hijo, jubilarse. Los sucesos que van ocurriendo a lo largo de la vida de las personas, sobre todo los importantes y trascendentales, tienen un impacto en su cotidianeidad. Por lo general, ese impacto implica una interrupción en las rutinas, lo que suele traer aparejado una disminución en la actividad física que repercute en la salud del corazón.

Sobre cómo abordar esta cuestión según la edad, se pronunció la Asociación Americana del Corazón en una nueva declaración científica, cuyo objetivo consiste en instar a los profesionales de la salud a ser proactivos al abordar esta cuestión.Sólo 1 de cada 4 adultos realizan diariamente en EEUU los niveles de actividad física recomendados. Foto Shutterstock.

Sólo 1 de cada 4 adultos realizan diariamente en EEUU los niveles de actividad física recomendados. Foto Shutterstock.

Para eso, redactaron la declaración, titulada «Apoyo a la actividad física en pacientes y poblaciones durante los eventos y las transiciones de la vida», que se centra en la necesidad de entender cómo los cambios de la vida afectan los niveles de actividad física, y qué se puede hacer para ayudar a las personas a mantener una buena salud cardíaca durante las transiciones de la vida.

En la declaración científica -que es un análisis de expertos respecto a la investigación actual que puede informar pautas futuras- se señala al comportamiento sedentario como un factor de riesgo emergente de enfermedad cardiovascular, por lo que señalan la importancia de reconocer cómo los niveles de actividad física pueden afectar la salud durante los principales eventos y transiciones de la vida.

La declaración también proporciona una guía para que los profesionales de la salud identifiquen, aborden y promuevan la actividad física regular para los pacientes que experimentan cambios significativos en sus vidas. También se exploran opciones para intervenciones a nivel comunitario para promover el ejercicio.Tanto el embarazo como la crianza son factores que interrumpen la actividad física. Foto Shutterstock.

Tanto el embarazo como la crianza son factores que interrumpen la actividad física. Foto Shutterstock.

«Este es un tema particularmente importante en este momento porque, además de otros eventos importantes de la vida, la pandemia de COVID-19 es otra interrupción de las rutinas diarias y los niveles de actividad de todos», asegura Abbi Lane-Cordova, presidenta del grupo de redacción y profesora de de ciencias del ejercicio en la Universidad de Carolina del Sur.

Según la iniciativa «Healthy People 2020» de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, solo 1 de cada 5 adolescentes (20%) y aproximadamente 1 de cada 4 adultos (24%) realizaron diariamente en ese país los niveles de actividad física recomendados.

Si bien estas tasas son bajas en todos los ámbitos, los datos sugieren que estas cifras podrían cambiar significativamente durante una transición o un evento importante de la vida.

Recordemos que dentro de sus recomendaciones, la citada asociación aconseja a la mayoría de los adultos que participen en al menos 150 minutos por semana de alguna actividad aeróbica de intensidad moderada, o 75 minutos por semana de actividad aeróbica vigorosa, o una combinación de ambos, preferiblemente distribuidos a lo largo de la semana.

Los niños y adolescentes de 6 a 17 años, según proponen, deben realizar al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa todos los días.

Los sucesos, según la edad

El grupo de redacción recolectó y analizó en detalle los datos sobre 17 diferentes eventos o transiciones de la vida, y encontró evidencia de niveles de actividad disminuidos durante nueve eventos:

  • Comenzar una nueva escuela (primaria, secundaria o universidad), cada una es un evento diferente en una etapa distinta de la vida;
  • Un primer trabajo o cambio de carrera;
  • Casarse o unirse civilmente;
  • La etapa del embarazo;
  • La crianza de los hijos
  • La Jubilación
  • Mudarse a un centro de atención a largo plazo.

Quiénes necesitan apoyo

El grupo de redacción también evaluó los efectos de los cambios importantes en la vida en varios subgrupos de la población de Estados Unidos, para poder identificar a las personas que necesitan más apoyo durante las transiciones de la vida. Las personas con mayor riesgo de realizar una actividad física significativamente menor durante los cambios de vida incluyen:

  • Personas con menor nivel educativo;
  • Quienes vivieron solos durante los cierres iniciales de las instalaciones del COVID-19;
  • Aquellos que carecen de acceso seguro a un espacio al aire libre para hacer ejercicio y actividad física; 
  • Mujeres durante el embarazo y la maternidad.

Factores que inciden en los adultos

Con el fin de determinar los numerosos factores que afectan los niveles de actividad física, se usó un marco denominado «modelo socioecológico«, que abarca tanto cuestiones individuales, como sociales, ambientales y políticas.

El análisis de los niveles de actividad física para los adultos mayores de 18 años determinó que los factores individuales incluían:

  • Los beneficios para la salud percibidos del ejercicio;
  • El historial y la intención de hacer ejercicio;
  • La autoeficacia / confianza para lograr metas;
  • El disfrute; 
  • Niveles más bajos de estrés.

Las normas sociales y culturales afectaron a los adultos tanto negativa como positivamente, mientras que los factores ambientales incluyeron la proximidad y el acceso a las instalaciones recreativas y los espacios verdes, el transporte, la accesibilidad para peatones y la conveniencia del vecindario.

Una guía para profesionales

La declaración subraya que los profesionales de la salud tienen un papel importante que desempeñar cuando se trata de iniciar conversaciones con sus pacientes acerca de los niveles de actividad física. Para eso, proponen efectuar con empatía y comprensión preguntas que puedan recopilar signos vitales durante una visita médica de rutina.

Para el uso diario de los pacientes, el grupo de redacción sugiere tecnología portátil simple y disponible comercialmente, como podómetros o acelerómetros, para monitorear los niveles y cambios de actividad física. Las métricas simples como agregar 1,000 pasos por día para aumentar los niveles de actividad física diaria pueden resultar en mejores beneficios para la salud.

“Es importante mantener o mejorar la actividad física cuando ocurren eventos importantes de la vida, que a menudo es un momento en el que el ejercicio es más necesario”, dijo Lane-Cordova.El primer día de un trabajo suele generar un estrés que tiene impacto en la calidad de vida. Foto Shutterstock.

El primer día de un trabajo suele generar un estrés que tiene impacto en la calidad de vida. Foto Shutterstock.

“Hay muchas formas en que la gente puede hacer esto. Podrían planificar actividades familiares que impliquen ejercicio, usar sitios web gratuitos para hacer ejercicio en casa o tomar descansos para estar de pie en el trabajo. Lo más importante es ser consciente del impacto positivo en la salud y cardiovascular de la actividad física y hacer el esfuerzo de ponerse en movimiento ”.

El grupo de redacción subraya que es crucial «mirar más allá del entorno de atención médica e involucrar a las organizaciones, comunidades, lugares de trabajo, comunidades religiosas e instalaciones de vida asistida para promover la actividad física». La declaración proporciona una lista de recursos para individuos y profesionales de la salud, muchos de los cuales son gratuitos y en línea.

Fuente: https://www.clarin.com/buena-vida/acontecimientos-vida-pueden-interferir-salud-edad_0_Q7zNDwDnF.html