¿Por qué las canciones del verano se pegan tanto?
Las canciones del verano son para tenerlas en bucle. La corteza auditiva del cerebro, donde se almacena la memoria a corto plazo, tiene mucho que ver para que esto ocurra

Es curioso que cada verano tenga su propia banda sonora. “Bomba”, de King África, puso ritmo al del 2000 y quién no recuerda el “quéeeeedate” de Quevedo o a la Rosalía “despechá” de hace tres años. Son temas que generan fiebre colectiva, pero ¿qué tienen en común para que no dejemos de repetirlas?
“Suelen ser canciones básicas y repetitivas, lo cual facilita que entre la información de manera inconsciente en el cerebro”, explica a CuídatePlus Laura Herrero, neuropsicóloga, quien añade que son melodías con ritmos “muy sencillos que encajan con el funcionamiento binario del cuerpo”.
Respecto a qué áreas concretas del cerebro se activan cuando ocurre este fenómeno, la experta alude a la auditiva y, en general, “zonas más relacionadas con la atención focalizada”. En este sentido, la corteza auditiva se encuentra en el lóbulo tempora. Diversos estudios neurológicos de hace ya unos años hablaban de “bucle fonológico”, un sistema de memoria a corto plazo ubicado en esta región cerebral y que de alguna manera almacena una pequeña cantidad de información auditiva, como el estribillo de una canción.
De acuerdo con estos hallazgos, aunque la mayor parte de la información se procesa y luego se olvida o se ubica en la parte del cerebro encargada de la memoria a largo plazo, las canciones parecen permanecer en la memoria a corto plazo durante un periodo de tiempo más largo.

La atención, mucho que ver
Que una canción se quede “pegada” tiene mucho que ver con “la demanda atencional del momento”, afirma Herrero, es decir, “cuando se viene a la cabeza, es que no se está haciendo algo que requiera de excesiva atención”.
Asimismo, influye el estado emocional o el contexto en el que se escucha la canción. “Generalmente, la vinculamos a contextos emocionales positivos o negativos. Aquella con ritmos relativamente rápidos, se asocia mucho más a emociones positivas. Es lo que puede ocurrir con las canciones de verano, al que asociamos a un contexto positivo, donde hay vacaciones o más fiesta”, detalla la neuropsicóloga consultada.
Y, ¿puede llegar a resultar patológico? Como ya se ha mencionado, las canciones de verano son animadas, por lo que no es un problema que se repitan en el cerebro una y otra vez, más allá de que llegue a ser molesto para la propia persona. En cambio, aunque tampoco es patológico tener canciones tristes en bucle, si la persona se encuentra con un estado de ánimo negativo, sí que le va a costar más salir de este.
Por último, acerca de a qué truquito se puede recurrir para quitarse una canción molesta de la cabeza, Herrero recuerda que la clave está en la atención. Con tareas que requieran mucho de ella, la canción se irá.